Una pieza más de monumental cinismo. El MRS y sus ONG opositoras fueron en 2015 a solicitar en la oficina de la ultraderechista congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen sanciones económicas en contra de Nicaragua. Ahora “lamentan” en un comunicado que se “hayan creado las condiciones para que se restrinja la cooperación financiera internacional”. Estos matan y van a la vela y al entierro.
La respuesta de la Ros-Lehtinen fue la Nica Act, una ley que bloquea los préstamos solicitados por Nicaragua ante organismos internacionales, menos los que tengan que ver con ayuda humanitaria o para “promover la democracia”.
Esto último es clave para los del MRS y sus aliados en la estructura de poder de Estados Unidos, y es algo parecido a lo ocurrido en los años 80, cuando Ronald Reagan bloqueó la ayuda a nuestro país, pero tenía las manos libres para entregar miles de millones de dólares a la contrarrevolución que ensangrentaba todos los días el territorio nacional.
Un plan de derrocamiento
Los promotores de la Nica Act se cuidan de garantizar que los millones de dólares para la desestabilización que reciben las ONG opositoras y el MRS, sigan llegando para cumplir con las otras fases del maligno plan que busca humillar a Nicaragua regresándola al redil de la política de Estados Unidos.
Los “Paladines de la libertad” de Reagan eran entonces los que “promovían la democracia” sembrando el terror en humildes comunidades campesinas.
No se crea que doña Ileana y sus títeres locales se contentarán con las sanciones. Si finalmente la Nica Act es aprobada el paso siguiente será buscar el derrocamiento del sandinismo mediante la etapa final de un “golpe suave” al gobierno del presidente Daniel Ortega. La dirigencia del MRS está convencida de que el poder les será entregado a ellos y a los políticos agrupados en los ONG que los apoyaron en el Congreso gringo.
Respuesta del gobierno
Al menos esos son los planes. La realidad es otra porque el sandinismo difícilmente va a rendirse ante chantajes y amenazas del tipo que están blandiendo el MRS y sus aliados en el Congreso norteamericano.
La primera respuesta del gobierno del presidente Ortega y la vice Rosario Murillo fue aclarar que la “Nica Act 2017 es una amenaza más, de las muchas que a lo largo de la Historia se han cernido sobre Nicaragua, en el afán de las mentalidades imperialistas de apropiarse de nuestro país. Es un nuevo intento de concederse el Derecho de intromisión destructiva en nuestros Asuntos Nacionales”.
En una declaración realizada el miércoles 5 de abril, el gobierno sandinista señala que “la pretensión irracional, inoportuna e improcedente de este grupo de Congresistas de conocidas posiciones extremas, sólo apunta a desestabilizar un país donde las personas somos prioridad, donde vivimos tranquilos, en el arraigo de una valiosa cultura religiosa, familiar y comunitaria, que cultivamos como patrimonio especial”.
Nicaragua seguirá adelante
La respuesta a los congresistas gringos y a sus cómplices locales indica que “Nicaragua seguirá siendo baluarte, ejemplo y fortaleza de la Estrategia de Seguridad de Centroamérica y del Continente Nuestroamericano, trabajando, como lo hemos hecho, y lo seguimos y seguiremos haciendo, para combatir el narcotráfico, la delincuencia y el crimen organizado, y para fortalecer fronteras que impidan el avance del terrorismo internacional”.
“Nicaragua, consolida y consolidará su modelo de reconciliación, trabajo, paz y unidad, empeñados en la responsabilidad de un Estado y un Gobierno que ha sido reconocido por sus logros sociales, económicos y de seguridad, reconocido también por la eficacia, eficiencia y transparencia de su Administración.
El pronunciamiento hace alusión a la “probada capacidad para gobernar, manejando responsablemente la economía”, lo que nos ha convertido en un país con crecimiento sostenido, donde los avances en la lucha contra la pobreza son visibles e innegables.
Irracionalidad de mentes insensibles
Los gobernantes pinoleros precisan que la “Nica Act aparece como una propuesta ciega, sorda, e irracional, concebida por mentes insensibles, mal intencionadas, y cerradas completamente a reconocer el Derecho de los nicaragüenses a vivir alejados de los conflictos de tiempos pasados, habitando, por Gracia de Dios, tiempos nuevos, tiempos de victorias, tiempos de buen juicio, tiempos de buena esperanza, tiempos de sabiduría, tiempos de proclamación de buenas nuevas”.
Nicaragua, señalan los mandatarios, estará pendiente del desarrollo de esta Iniciativa funesta, que no representa el corazón, la racionalidad o la compasión que obliga al ser humano a actuar como hermano. Una Iniciativa que niega el conocimiento, la conciencia, y sobre todo, la dignidad del amor.