Cada 8 de octubre renace el hombre de luz ardiente en la palabra, el de los ojos inquietos y penetrantes. Es el mismo Che y es otro, hecho también a imagen y semejanza de las revoluciones de los nuevos tiempos. Camina siempre a nuestro lado, codo con codo, iluminándonos, desbrozando con su perenne humanismo los entuertos de un mundo que necesita de muchos Guevara para edificar la sociedad que soñamos. Desde Santa Clara volverá a erguirse para comandar una legión de niños, jóvenes y hermanos de causa, que lo saben Guerrillero eterno, hereje virtuoso que no cabe en el pecho de nadie ni en el mármol de un monumento.
Cinco lecciones del Che a la lucha latinoamericana
Desde la necesidad de mantener la lucha antiimperialista hasta la valía de la educación, muchas son las ideas legadas por el argentino.
Ernesto «Che» Guevara es uno de los líderes más destacados de todos los tiempos. El argentino-cubano resaltó por múltiples facetas que lo llevaron a ser uno de los revolucionarios más importantes, con un legado perenne. Los pueblos lo recuerdan como un faro que los guía.
1) Empatía revolucionaria
«Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del revolucionario».
2) Batalla sin cuartel contra el imperialismo
La lucha antiimperialista en todos los frentes con la intención de liberar a los pueblos. Hasta el último de sus días, en La Higuera (Bolivia), el Che entregó todo para acabar con la dominación sobre los pueblos.
3) Educación como base
4) Amor por las grandes causas
«Déjeme decirle, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor».
5) Desapego por lo material
De frontera en frontera siempre con su «deber histórico» como bandera, Ernesto Guevara descartó cualquier tipo de lucha que le generara ingresos para enriquecerse.