Los amigos irlandeses de la isla caribeña, solidarios con su pueblo y con su proyecto de desarrollo social, colocaron la insignia nacional sobre la cresta de la Montaña Negra, una colina próxima al aeropuerto, la cual era visible claramente desde la escotilla de su avión.
Si el mandatario no la vio, seguro que algunos de los miembros de su equipo si, por lo que es de suponer también que el mensaje de los defensores de Cuba, de los enemigos del bloqueo y de la política hostil de Washington hacia la nación irredenta le llegó fuerte y claro.
A través del canal en YouTube Europa por Cuba, los amigos de la Revolución transmitieron por medio de imágenes, mensajes y videos las iniciativas a favor de la isla y de la causa palestina que han tenido lugar en Irlanda del Norte a raíz del arribo del jefe de la Casa Blanca a su capital.
También realizaron en calles de Belfast una caravana de solidaridad con Cuba y Palestina y acudieron a las inmediaciones de la Universidad de Ulster, visitada por el mandatario norteamericano.
Organizaciones y proyectos como Cuba Support Group Ireland y Gael Force Art formaron parte de las movilizaciones.
Biden llegó a Irlanda para participar en actividades por los 25 años del Acuerdo del Viernes Santo para poner fin al conflicto en el norte de la isla, territorio integrado al Reino Unido.
Pero sin duda, más allá de la celebración, el jefe del Gobierno estadounidense no podrá quedarse ajeno a los llamados en defensa de Cuba y de Palestina. Tampoco marcharse sin aceptar que similares denuncias lo perseguirán en cualquier parte del mundo, porque frente a la injusticia Cuba no esta sola.