El expresidente ultraderechista está acusado de «abuso de poder y uso indebido de medios de comunicación» por exponer ante 40 embajadores su infundada teoría contra la fiabilidad de las urnas electrónicas.
El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil inició este jueves el juicio que podría terminar en la inhabilitación del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro para las elecciones de 2026 y de 2030.
Bolsonaro, perdedor de las elecciones ante el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, terminó el pasado 31 de diciembre su mandato de cuatro años, que entre otras cosas le dejaron varios procesos abiertos en su contra en el Supremo y una quincena en la justicia electoral.
Pocos dudan de que uno de los procesos que más daño le puede hacer al exmandatario es el que los siete jueces del TSE empezaron a analizar en Brasilia.
Abuso de poder
Se trata de la demanda interpuesta por el centroizquierdista Partido Democrático Laborista (PDT) después de que, en julio de 2022, tan solo tres meses antes de los comicios presidenciales, Bolsonaro expusiera en una reunión con 40 embajadores, transmitida por los medios oficiales, su infundada teoría contra la fiabilidad de las urnas electrónicas.
Esa teoría, que Bolsonaro repitió en múltiples ocasiones durante años, habría motivado a que sus partidarios radicales clamaran fraude en las elecciones y que, pocos días después de la investidura de Lula, invadieran y destrozaran las sedes de los tres poderes en Brasilia.
Por estos hechos el exmandatario también está siendo procesado en la máxima corte. El Ministerio Público Electoral (MPE) ya se manifestó a favor de la inhabilitación de Bolsonaro tras encontrar evidencias de abuso de poder político en la reunión con los embajadores. La decisión que tome el TSE, sea favorable o no, se puede recurrir en la propia corte y en la Corte Suprema.
«Es una afrenta»
La ley electoral considera que el abuso de poder político se produce cuando el imputado se aprovecha de su cargo y utiliza los bienes públicos con el fin de influir en el elector.
Si es inhabilitado, Bolsonaro, de 68 años, no podrá participar en unos comicios durante ocho años, un período que cuenta a partir de las elecciones de 2022.
Antes de viajar este jueves a Porto Alegre (sur), donde será recibido por sus seguidores, Bolsonaro ha vuelto a sugerir que lo tiene muy difícil.
«A mi edad, [lo] que me gustaría hacer, mantenerme 100% activo en la política. Y quitándote los derechos políticos que, en mi opinión, es una afrenta, pierdes un poco de ese gas”, dijo.
El miércoles le dijo a periodistas que el caso está llevado por «acusaciones frágiles».
«No sé por qué crear una tormenta en un vaso de agua. Solo hablé [con los embajadores] de cómo funcionaba el sistema electoral. No mencioné la palabra fraude allí, con respecto a futuras elecciones»
Habría que ver cómo reaccionarían sus seguidores si es condenado el exmandatario, teniendo en cuenta el precedente de los ataques en Brasilia. Bolsonaro estaría preparando una estrategia de presión de sus seguidores en las redes sociales para dejarlo posicionado como víctima, según el sitio de noticias G1. De manera preventiva, las autoridades de la capital decidieron extremar las medidas de seguridad en la sede de la Corte.
Es probable que el juicio se extienda durante por lo menos tres sesiones. También existe la posibilidad de que uno de los jueces pida más tiempo para analizar el caso y que quede interrumpido indefinidamente.