Se seca el canal de Panamá

 

* México, Colombia y Nicaragua han prometido construir alternativas al Canal de Panamá, para entrar en el negocio global de transporte de mercancía. Recientemente, el presidente Daniel Ortega reiteró la necesidad de una nueva vía interoceánica.

Un nuevo factor podría complicar –aún más– el comercio mundial y agudizar la inflación, que sigue enfrentando las secuelas de la crisis sanitaria global y la guerra en Ucrania. El Canal de Panamá, por donde se mueve alrededor de 6% del transporte global de mercancía, se está secando.

Panamá ya declaró en febrero el estado de emergencia ambiental ante la prolongación de la temporada de sequía. Además, el administrador del Canal, Ricaurte Vásquez, anunció que si las condiciones climáticas no variaban tendrían que tomar la “medida extrema” de disminuir el número de embarcaciones que permiten cruzar diariamente.

Pero la “emergencia” no es nueva y, mucho menos, transitoria. 40% del agua necesaria para el funcionamiento del Canal proviene del río Chagres, cuyo caudal ha experimentado una reducción de 20%. Esta advertencia la hacía hace cinco años Johnny Cuevas, para entonces gerente de la División de Agua del Canal, en un reportaje de La Estrella.

Las consecuencias globales

Desde febrero se han activado las alertas de las autoridades del Canal. Sin embargo, se espera –recuerda El Español– que el nivel de agua descienda a finales de julio hasta los 23,86 metros, por debajo de los 23,87 metros que alcanzó –como menor dato histórico– en mayo de 2016.

Para que cada barco cruce el Canal se vierten en las exclusas el agua que ocuparían 75 piscinas olímpicas, según cálculos de la BBC. Así, durante una jornada normal donde se movilicen 35 embarcaciones, se gastan alrededor de 2.590 de esas piscinas. Y aunque las reformas que se hicieron en la infraestructura en 2020 buscaron reducir estos indicadores, en las áreas más antiguas todavía se emplean 50 millones de galones de agua para que transite cada nave.

El paso por esta zona de Centroamérica evita que los transportes de mercancía deban conectar desde el Atlántico con el Pacífico a través del extremo sur de América, entre Argentina y Chile. Ahorra dinero y más de 13 mil kilómetros de viaje.

La disminución del tránsito por el Canal podría afectar significativamente el patrimonio de Panamá: ha aportado más de US$ 20.722,5 a la economía de ese país durante los últimos 21 años, de acuerdo a cálculos de Bloomberg. Para este año, por ejemplo, se esperaba un aporte al fisco de US$ 2.544,6 millones.

¿Por qué se seca el Canal de Panamá?

La ausencia de lluvia en Panamá está vinculada al fenómeno climático de El Niño. “En los últimos años la ocurrencia de sequías ha afectado a la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá, generando mayor presión sobre los recursos hídricos e imprimiendo una mayor celeridad en las acciones y alternativas climáticamente inteligentes para el desarrollo sostenible nacional”, explica el Ministerio de Ambiente en el Plan Nacional de Sequía publicado a finales de 2020.

El informe reconoce que Panamá sufre de un clima errático por su ubicación tropical, donde los “patrones de lluvia y temperatura se van modificado con cambios bruscos de un año a otro”. El Niño es efecto de calentamiento que –como explica una investigación del Banco Interamericano de Desarrollo y el Canal de Panamá– disminuye las probabilidades de formación de huracanes en el Mar Caribe y, por tanto, “se da una disminución de la cantidad de lluvia acumulada”

Lo que preocupa a los expertos es que las consecuencias de El Niño han sido más prolongadas: “el último periodo seco registrado presentó una duración mayor que la anterior”, dice la investigación.

Berta Olmedo, subdirectora del Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá, estimaba en abril que existe 80% de probabilidades que el fenómeno de El Niño “se consolide” antes de agosto. Las consecuencias –explicó a La Estrella– se extenderían entre 12 y 18 meses, incluso sobre la temporada tradicional de lluvia.

Las alternativas de México y Colombia

Una investigación que publicó Financial Times en 2011 confirmó el interés de China por abrir caminos alternos al paso panameño. Uno de los proyectos planteaba el levantamiento de un “canal seco” en Colombia, a través de la construcción de un ferrocarril transoceánico para el traslado de mercancía por América.

«Es una propuesta real y está muy avanzada. No quiero crear expectativas exageradas, pero tiene mucho sentido”, confirmó el entonces presidente colombiano Juan Manuel Santos. La idea sería construir un tren veloz que cruzara 220 kilómetros entre el pacífico y el Caribe, con la promesa de transportar más de 40 millones de toneladas de carga anualmente.

El costo total de la construcción alcanzaría los 7.600 millones de dólares, financiado por el Banco de Desarrollo de China, según la publicación de Financial Times. Lo cierto es que esta iniciativa –que no ha pasado del anuncio inicial– enfrenta las dificultades técnicas de atravesar parte de la selva y lidiar con zonas controladas por la guerrilla.

La idea del “canal seco” no es exclusiva de Colombia. Ya México en 1996 había lanzado el Corredor del Istmo de Tehuantepec, un plan de distintas vías de transporte que uniría los estados de Oaxaca y Veracruz. El presidente Andrés Manuel López Obrador revivió este proyecto en 2004 como parte de su “Proyecto Alternativo de Nación”.

Un informe del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (Conacyt), jura que esta construcción significaría un “tránsito de mercancías nunca visto en la región, equivalente al de Panamá o posiblemente mayor”. Sin embargo, un reportaje de La Tercera recuerda que el trayecto afecta a áreas con riquezas biológicas, así como se encuentra con la oposición de comunidades indígenas ancestrales.

Ya el proyecto mexicano está en ejecución. AMLO prometió que entre agosto y septiembre podría estar operativa la primera fase, con el tren de pasajeros. En mayo incluso se ordenó la polémica expropiación de tres tramos de un trayecto que ya estaba en funcionamiento a cargo de Grupo México, del millonario Germán Larrea.

La oferta política de Nicaragua

Nicaragua prometió en 2014 que construiría –con el apoyo de un empresario de China– un canal alternativo marítimo que atravesaría 278 kilómetros de su territorio. La obra, recoge Reuters, debía estar lista en 2020 con el objetivo de impulsar un crecimiento económico de 10% en el país.

Un informe que publicó a finales de 2022 la cadena DW, confirmó que ocho años después las obras quedaron en carreteras de tierra. El socio de Nicaragua –la empresa china Xinwei Group–, tuvo problemas financieros graves.

«El canal en algún momento será una realidad aquí en Nicaragua ¿Por qué? Porque es cierto que hay un canal por Panamá que ha sido ampliado, pero las demandas del tráfico internacional son tan grandes que se hace necesario el canal por Nicaragua», dijo recientemente el presidente Daniel Ortega.

Fuente: Yahoo.

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