“Chin chinga… a la chingada”

Gestionaron leyes gringas y europeas en contra de Nicaragua, se alegraron al obtenerlas, aplaudieron, brindaron, bailaron y se felicitaron entre ellos. Ahora resienten la aplicación de las leyes nicaragüenses que castigan su traición a la Patria. “Chin chinga…”

Un buen colofón para los sangrientos sucesos de 2018, en los que perdieron la vida más de 200 nicaragüenses, entre ellos 22 policías, es sin duda la pérdida de la nacionalidad nicaragüense de los principales cabecillas del fallido golpe de Estado, y promotores, además, de innumerables sanciones económicas en contra de nuestro país que afectan a los más pobres.

Quizás lo justo era que cumplieran las condenas que les fueron impuestas por los crímenes cometidos, no obstante, el sandinismo es conocido por su generosidad, y al final, al ver las reacciones de los ahora apátridas y sus defensores en el exterior, creemos que fue la decisión más acertada.

Los traidores a nuestra Nicaragua, agentes extranjeros todos al servicio del gobierno de Estados Unidos y sus serviles aliados de la Unión Europea, desde que el FSLN retornó al poder en 2007 se la han pasado demandando a sus amos imperiales incontables sanciones en contra del país y sus principales autoridades.

¿Dónde quedó el “chin chinga…”

Aplaudían, reían, cantaban “chin chinga, la burra chinga”, ante la aprobación en el Senado y Congreso gringo y de los Parlamentos de la Unión Europea, de brutales leyes que buscaban destruir la economía nicaragüense, sin importarles los estragos que causaban a la población humilde.

A gringos y europeos solo les interesan los miembros de las familias que se han autodenominado “prominentes” en Nicaragua, es decir, los Chamorro y demás oligarcas y burgueses, herederos de los encomenderos que sometieron “legalmente” a servidumbre de tipo medieval a los indígenas originarios y dueños de las tierras que habitamos.

Por eso es que gozaban y batían palmas ante cada sanción, porque sabían que a ellos no les perjudicaban. Carlos Fernando Chamorro Barrios, sus familiares y los de su privilegiada clase social han sido los dueños de Nicaragua y, por tanto, propietarios de grandes fortunas. Además, muchos de ellos reciben millones de dólares como paga por desestabilizar al gobierno del presidente Daniel Ortega.

Ahora que el “chin chinga…” se les revirtió y fueron enviados a la “chingada”, se quejan de la ley que les quitó la nacionalidad por traidores y se olvidan de las que ellos gestionaron, rogándoles a sus amos que las impusieran: Magnitsky, Nica Act y otras que fueron a cabildear en las oficinas de los que financian sus actividades en contra de Nicaragua.

Perogrulladas y cinismo

Entre los que fueron enviados a la “chingada” está Carlos Fernando Chamorro Barrios, quien el 1 de agosto de 2021, transmitió en el Programa Esta Semana una entrevista con el economista Rodrigo Quintana acerca del impacto económico de la crisis política. “Más gente va a salir del país, porque no ven futuro”, “no se prevé futuro económico, ni una rápida recuperación, “fuga de cerebros continuará”, dijo.

Lo que el “gurú” invitado por Chamorro Barrios no se atrevió a decir, es que la crisis que provocó la migración de muchas personas fue creada por su entrevistador y sus secuaces en 2018, al causar graves destrozos a la economía de Nicaragua durante la sangrenta y fallida aventura golpista.

El 1 de agosto de 2021, en su cuenta de Twitter Chamorro Barrios retoma el cinismo en un artículo de Confidencial, el cual refleja que taxistas, emprendedores, jóvenes y mujeres son castigados por la recesión, familias de bajos ingresos económicos y trabajadores informales nicaragüenses, entre los más vulnerables urgen solución a la crisis política.

Tranquilamente se desmarca del daño que provocó junto a sus compinches y habla de una “crisis política” con la que al parecer él nada tiene que ver, ni con las consecuencias que sufren los sectores que menciona.

Bate palmas por sanciones

El 2 de agosto de 2021, en su cuenta de Twitter, celebra con un artículo en Confidencial, las sanciones de la Unión Europea a la vicepresidenta Rosario Murillo y a siete funcionarios. Además, el congelamiento de “cuentas y activos a Murillo y su familia”, y a la presidenta de la CSJ, Alba Luz Ramos, al asesor económico Bayardo Arce, Gustavo Porras, Ana Julia Guido, Fidel Domínguez y Juan Valle.

Fue solo un “alegrón de burro” porque dichas sanciones no tuvieron ningún sentido, ya que los mencionados no tienen cuentas bancarias ni otro tipo de activos en Europa o Estados Unidos. Empero, la intención era hacer creer que sí las tenían y se las habían congelado.

No hace falta inventarle pruebas

El 25 de agosto de 2021, en entrevista con la plataforma digital Despacho 505, afirmó que “el gobierno de Nicaragua quiere silenciarme al montarme un juicio”. Finalizó expresando: “la Fiscalía está fabricando pruebas que después utilizará la Corte Suprema de Justicia (CSJ)”. En realidad, con tantas pruebas físicas en su contra que demuestran que es un agente al servicio del gobierno gringo, contratado para desestabilizar a nuestro país, no hace falta inventarle nada.

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