La Comisión de la Verdad, Paz y Justicia de Nicaragua constató el miércoles los daños en infraestructura y patrimoniales causados por protagonistas del intento de golpe de estado en las ciudades de Masaya y Granada.
En Masaya, 30 kilómetros al sur de Managua, los miembros de la Comisión recorrieron el afamado mercado de artesanías, en el cual 80 establecimientos resultaron víctimas del vandalismo de los grupos violentos.
Orlando Noguera, alcalde la llamada Ciudad de las Flores, les detalló los destrozos causados, además de al mercado, a la Alcaldía y al museo de los héroes y mártires.
El museo fue quemado con el fin de borrar nuestra historia, explicó el primer edil, quién se refirió también a la destrucción de 13 camiones recolectores de basura y cuantiosos daños a las obras viales.
A 200 millones de córdobas (unos 620 mil dólares al cambio oficial) ascendieron los daños ocasionados a la municipalidad, una de las más afectadas durante el fallido golpe de estado, resume el portal de noticias.
Aún quedan secuelas del dolor vivido y sabemos que para que exista paz debe haber justicia, castigo para quienes provocaron dolor y muerte hacia el pueblo y nuestra institución, dijo el comisionado general Luis Barrantes, jefe de la delegación de la Policía Nacional en Masaya.
La ciudad colonial de Granada, fundada en 1524 y una de las principales atracciones turísticas de este país centroamericano, fue otra de las más afectadas por el terrorismo desatado a partir del 18 de abril último.
El perjuicio más significativo tuvo que ver con la destrucción de la infraestructura histórica del que fuera el edificio municipal, quemado en su totalidad.
Julia Mena, alcaldesa de “La Gran Sultana”, acusó al golpismo como responsable de acabar con más de 200 años de historia colonial en la ciudad, en la cual causó la pérdida de más de mil 500 volúmenes de manuscritos y piezas históricas.
Granada es un destino turístico que ya se había posicionado como un lugar hermoso en el mundo, un patrimonio histórico invaluable en el cual se manifiesta el estancamiento provocado en la fuente de producción y desarrollo por estos hechos, comentó el analista Cairo Amador, integrante de la Comisión.