* Líderes extranjeros de países occidentales como el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, acudieron esta semana a Kiev. ¿Qué hay detrás de este acontecimiento? ¿Sus visitas no anunciadas significan buenas o malas noticias para el Gobierno de Zelenski?
El secretario de Defensa estadounidense aterrizó en Ucrania para presentar un nuevo paquete de ayuda militar de Washington por valor de 100 millones de dólares para el Ejército ucraniano. Antes, el nuevo ministro de Asuntos Exteriores de Reino Unido, David Cameron, realizó también su primer viaje al país de Europa del Este el pasado 16 de noviembre.
«En primer lugar, no debemos olvidar que ahora toda la humanidad “progresista” está celebrando el décimo aniversario del Maidán «, dijo a Sputnik el politólogo Dmitri Evstafiev, profesor de la Escuela Superior de Economía (HSE), con un toque de ironía, al referirse al golpe de febrero de 2014 en Kiev.
«Así que todos los principales líderes europeos en Kiev están de hecho defendiendo la política que iniciaron hace 10 años para finalmente poner a Ucrania en contra de Rusia. Fue una elección estratégica muy importante.
Y fue ante todo una elección europea, no estadounidense. Los estadounidenses simplemente secuestraron los procesos que los europeos lanzaron, los secuestraron con éxito y eficacia, de tal manera que la Europa de hoy, aunque sigue representando algo geopolíticamente, ya no representa nada en términos geoeconómicos», afirmó el experto.
Un presidente tóxico
En segundo lugar, se ha hecho evidente que el Gobierno de Zelenski se está volviendo «catastróficamente tóxico» no solo para Estados Unidos, sino también para Europa, continuó Evstafiev.
«Para Estados Unidos, el régimen de Zelenski se volvió tóxico hace algún tiempo, y fue una historia muy difícil para los estadounidenses, porque la cuestión de apoyar, de hecho, a un nacionalista radical, casi dictatorial en aquel momento, y ahora un régimen abiertamente dictatorial, se convirtió en una de las cuestiones más importantes de la lucha política interna en Estados Unidos», señaló el académico.
Según Evstafiev, Washington ya no oculta que quiere convertir el conflicto en Ucrania en una «gran guerra europea», valiéndose del deseo del régimen de Zelenski de sobrevivir de alguna manera en medio del deterioro de la situación militar y la disminución del apoyo estadounidense.
Las visitas de alto nivel se produjeron en un momento en que Occidente ha centrado su atención en el conflicto israelí-palestino. La prensa occidental también ha cambiado recientemente su cobertura de la situación, pasando de elogiar a Kiev a admitir el fracaso de ese país en su contraofensiva.
En este contexto, parece que los líderes europeos están tratando de averiguar hasta qué punto es viable el Gobierno de Zelenski y si merece la pena seguir apoyándolo, según el experto.
«Y aquí hay una segunda capa en esta cuestión: los líderes europeos quieren entender si tendrán voz en el proceso de sustitución de Zelenski, o si esta transformación política en Kiev será llevada a cabo, como siempre, por dos potencias: Londres y Washington.
En este sentido, por supuesto, la total incapacidad del gobierno alemán y la práctica ausencia de liderazgo político en Alemania, se convierten en un enorme problema para los europeos. Sin embargo, los europeos pueden intentar aprovechar algunas oportunidades en Kiev e intentar defender sus posiciones y sus intereses en el proceso de cambio de poder en Ucrania».
De acuerdo con Evstafiev, el Reino Unido no busca proteger a Ucrania, de ahí su recomendación de movilizar a todos los hombres de entre 17 y 70 años. Londres tampoco busca mantener la presidencia de Zelenski, aunque tiene una influencia mucho mayor sobre este que sobre el general Valeri Zaluzhni, el principal comandante ucraniano, subrayó el profesor.
La reciente entrevista de Zaluzhni con The Economist, una influyente publicación británica, fue considerada por algunos de los entrevistados de Sputnik como un presagio del próximo cambio de régimen en Ucrania. Evstafiev subrayó que el objetivo de Londres es simple: mantener su influencia sobre Kiev cueste lo que cueste. Así, si Zelenski se vuelve tóxico, podría ser destituido por un personaje más popular, en su opinión.
¿Cuál es el objetivo de la Casa Blanca?
«La tarea para Estados Unidos es mucho más difícil», aseguró el experto. «Por un lado, es absolutamente crítico para el país norteamericano y, lo que es más importante, para la Administración Biden», añadió.
El especialista explicó que, si Zelenski permanece en el cargo hasta el inicio de las campañas electorales de 2024, un aparente vínculo entre el líder ucraniano y la familia Biden será discutido y utilizado por los republicanos en la lucha por el Despacho Oval.
En ese sentido, dijo, el historial de corrupción que implica a la familia Biden y a Ucrania sería condenatorio para el Partido Demócrata, aunque sustituyera a Biden por otro candidato, según el académico.
Por otra parte, Washington necesita un régimen antirruso en Kiev que se mantenga en el poder en Ucrania al menos hasta la votación de noviembre del próximo año en Estados Unidos, señaló el experto.
«Si se derrumba (Zelenski), toda la estrategia electoral de los demócratas se vendría abajo. En ese caso, los demócratas se convertirían no solo en perdedores políticos, sino en perdedores geopolíticos que han permitido que Estados Unidos sufra la mayor derrota desde la guerra de Vietnam», observa.