Continuará abogando por un mundo libre de armas nucleares
Cuba ratificó el compromiso con el desarme nuclear como máxima prioridad en la esfera del desarme, y con la no proliferación en todos sus aspectos, en ocasión de celebrarse el aniversario 56 del Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe.
El miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, aseguró en un tuit que Cuba continuará abogando por un mundo libre de armas nucleares, y se honra en formar parte de una región proclamada oficialmente Zona de Paz.
Este mecanismo multilateral tiene como fin prohibir el ensayo, uso, fabricación, adquisición o emplazamiento de ese tipo de armamento en esta parte del planeta, y es considerado un importante antecedente para la proclamación, en enero de 2014, de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
Un país castigado por promover la paz
No existe sustento alguno para que Estados Unidos mantenga a Cuba en su lista de países que patrocinan el terrorismo. Así lo expresaron Noam Chomsky, lingüista, filósofo y activista político, y Vijay Prashad, director del Instituto Tricontinental de Investigación Social, y corresponsal en jefe de Globetrotter Media, en un artículo en ese portal. El texto subraya que la Isla exporta salud, no aquel flagelo, responsable de muerte y sufrimiento para el mundo.
Recordaron que la Mayor de las Antillas, con poco más 11 millones de habitantes, ha sufrido durante más de 60 años un bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto, y ahora recrudecido por Washington. Sin embargo, destacaron que, a pesar de ello, ha podido superar las indignidades del hambre, la mala salud y el analfabetismo, las tres plagas sociales que siguen afectando a gran parte del planeta.
La inclusión de Cuba en la espuria lista, en los días finales de la administración Trump, fue un acto de venganza. El magnate, entonces presidente, dijo que era porque la nación caribeña acogió a grupos guerrilleros de Colombia, que en realidad era parte de su rol como anfitrión de las conversaciones de paz de ese país latinoamericano, destacaron los autores.
Durante los dos años del gobierno de Joe Biden «se ha mantenido la política vengativa de Trump, que castiga a Cuba, pero no por terrorismo, sino por promover la paz», sostuvieron Chomsky y Prashad, quienes opinaron que el actual gobernante «puede, de un plumazo, eliminar a Cuba de esa lista. Es tan sencillo como eso. Cuando era candidato a la presidencia, dijo que revertiría las sanciones más duras de Trump. Pero no lo ha hecho».