Prensa Latina
El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, afirmó aquí que hoy más que nunca en la historia de la humanidad el mundo demanda y exige paz.
Durante un discurso la víspera en un acto por el aniversario 47 de la caída en combate del fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional, Carlos Fonseca, el mandatario mencionó cómo en ciudades del propio Estados Unidos y países europeos el pueblo se pronuncia a favor de la paz.
Ortega mencionó que la batalla que libra la humanidad es de vida o muerte y calificó de tenebroso y criminal el plan de guerra lanzado por potencias imperialistas.
“El responsable de este plan macabro es el imperialismo norteamericano, son los gobernantes, los grandes capitales norteamericanos, los fabricantes de armas en Estados Unidos que están haciendo un enorme negocio y les importa poco la sangre que se está derramando”, manifestó.
El líder sandinista explicó que dicho plan lo lanzaron los imperialistas en momentos en el que se debilitan y en el mundo viene despertándose la necesidad de acabar con los imperios, mientras surgen alternativas de potencias como China y Rusia y bloques como el del Brics.
“A pesar de los miles y miles de millones que han metido en armamento, los países europeos y los mismos Estados Unidos no han logrado derrotar a Rusia, ahí está el primer frente, se inició la batalla contra el nazismo”, enfatizó.
En otro momento de su discurso, Ortega aludió a la nueva escalada de violencia entre las fuerzas israelíes y palestinas, lo cual provocó más de 10 mil muertos en la Franja de Gaza, en su mayoría niños.
Destacó el derecho del pueblo palestino a tener un Estado independiente y condenó los crímenes de Israel que no es más que el Gobierno de Washington, pues “les interesaba abrir otro frente donde podían juntarse toda la fuerza que está metida también en Ucrania”.
Recordó que Estados Unidos cometió el mayor crimen registrado a lo largo de la historia, cuando a finales de la segunda Guerra Mundial, en agosto de 1945, lanzó bombas atómicas contra dos ciudades japonesas, con saldo de más de 250 mil muertos y cuantiosos daños materiales y ambientales.