«Yo sueño que el BRICS pueda crear una herramienta de desarrollo (…) que preste dinero con la perspectiva de ayudar y no de asfixiar a los países”, dijo Lula da Silva.
La exmandataria de Brasil, Dilma Rousseff, asumió este jueves la presidencia del nuevo banco de desarrollo de los países que conforman el bloque de los BRICS, durante un acto de toma de posesión en la ciudad china de Shangai.
Con la presencia del jefe de Estado brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, Rousseff asumió de manera formal el liderazgo del fondo destinado a otorgar préstamos, financiamiento y asistencia técnica para proyectos de los miembros del bloque económico y otros países en desarrollo.
Dilma terminará el mandato de cinco años de su antecesor Marcos Troyjo, designado por el expresidente Jair Bolsonaro en 2020, y permanecerá en el cargo hasta el 6 de julio de 2025.
En su disertación, la nueva presidenta del Banco del BRICS, destacó la importancia del bloque integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica para el desarrollo global.
“Es un reflejo del papel de sus integrantes como líderes globales y de su capacidad para unirse para afrontar los mayores y más urgentes desafíos de la actualidad. Juntos, los integrantes del BRICS son más fuertes y capaces”, manifestó la exgobernante.
Lula Da Silva, por su parte, destacó las razones por las que fue creada la nueva institución financiera en el contexto global actual.
“El nuevo banco de desarrollo surge como herramienta de reducción de la desigualdad entre países ricos y países emergentes que se traduce en forma de exclusión social, hambre, extrema pobreza y migración forzada”, mencionó.
“El cambio climático, la pandemia de la Covid-19 y los conflictos armados impactan negativamente en las poblaciones más vulnerables”, agregó.
“En muchos países en vías de desarrollo acumulan deudas impagables (…) Ningún gobernante puede trabajar teniendo un cuchillo en la garganta porque tiene una deuda, los bancos tienen que tener paciencia y si fuese posible renovar los acuerdos, colocar la palabra tolerancia en cada renovación”, dijo el jefe de Estado brasileño.
Puntualizó que “no puede ser que los bancos asfixien a la economía de los países como está haciendo ahora con Argentina el Fondo Monetario Internacional, y como hicieron con Brasil durante tanto tiempo y con todos los países del tercer mundo”.
“Yo sueño que el BRICS pueda crear una herramienta de desarrollo que sea fuerte y que preste dinero con la perspectiva de ayudar a los países y no de asfixiar a los países”, externó Lula da Silva.
El presidente brasileño realiza desde el miércoles una visita oficial a China, en la cual tiene programado entrevistarse el viernes próximo con su homólogo Xi Jinping en la capital Beijing, donde firmarán más de 20 acuerdos bilaterales.