Dudan de los autos sin conductores

Estados unidos.- Una de las unidades de Uber Technologies protagonizó una colisión en Tempe, Arizona, que obligó a la compañía a suspender de manera temporal su programa de autos sin conductores. La compañía explicó que la responsabilidad del siniestro excede a su influencia: argumentó que el otro vehículo no le cedió paso al Volvo XC90 de Uber, que circulaba con prioridad de paso. El automóvil era conducido por inteligencia artificial, aunque llevaba a dos personas en su interior que viajaban en calidad de conductores de emergencia. Más allá de su nula culpabilidad en la colisión, el vehículo autónomo no predijo la situación ni pudo evitar el impacto, capacidad de la que presume.

La espectacularidad de la imagen alimentó la conciencia de los más suspicaces. Ver volcado el vehículo autónomo de Uber -una unidad del programa tecnológico que pretende relegar la condición humana a la irrelevancia-, en el corazón de la calle, despertó la atención de la prensa mundial y reforzó la posición de susceptibilidad sobre la proliferación del software como matriz de conducción.

En diciembre del año pasado, uno de los vehículos autónomos de Uber cruzó un semáforo en rojo, lo que derivó en un apercibimiento drástico. Horas después de haber iniciado su servicio de autos sin conductores en San Francisco, el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) de California suspendió su actividad y calificó de ilegal el despliegue de la flota automatizada por no disponer de los permisos pertinentes.

 

Fuente: Imneuquen.com

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