El “gringo caitudo” que intenta destruir a Nicaragua

Manuel Orozco y Tanya Mroczek Amador, ambos de origen nicaragüense y a servicio del gobierno norteamericano a tiempo completo.

* Manuel Orozco ha incubado un odio atroz hacia el sandinismo, y a la par, una lealtad sin límites hacia el imperio que a diario nos amenaza. Por orden de sus amos, se convirtió en jefe de los conspiradores locales, cuya mayoría está en la cárcel por diferentes delitos contra nuestro país. En 2010 dirigió una operación de la CIA en contra de Cuba.

Es un nacido en Nicaragua, que al igual que otros muchos que emigraron, le pusieron un odio irracional al FSLN, al extremo de buscar su destrucción al precio que sea. Ese es el caso de Manuel Salvador Orozco, conocido solo como Manuel Orozco, un sociólogo que estudió en Costa Rica y Estados Unidos, y que ahora se siente parte del imperio que tanto daño ha causado a la patria de Darío y Sandino.

Su lealtad al gobierno norteamericano y la tirria obsesiva que tiene por el sandinismo, le convirtieron en el candidato idóneo de la administración norteamericana para dirigir operaciones encubiertas contra Nicaragua, con el fin deliberado de exterminar al sandinismo y a su dirigencia.

Currículum manchado con sangre inocente

Manuel Orozco cumplirá pronto 57 años, tiempo suficiente para ostentar en su currículum varios cargos en el país de las barras y las estrellas, y la complicidad con sus socios nicaragüenses en la aventura golpista de 2018, en la muerte de más de 200 nicaragüenses que vivían en paz y gozaban del crecimiento acelerado que tenía Nicaragua.

¿Quién es en realidad este sujeto de mirada fría y rostro inexpresivo? Orozco reside en Washington, donde es funcionario de las ONG Diálogo Interamericano y Creative Associates International.

Fue precisamente esta última organización la que financió y dirigió en 2010 la operación subversiva “Zunzuneo” contra Cuba, a cuya cabeza estuvo la Agencia de Estados Unidos para la Ayuda al Desarrollo (USAID), una tapadera de la CIA, que creó un twitter contra Cuba por medio de un intrincado sistema que incluía empresas de fachada y expertos en nuevas tecnologías.

Creative Associates International facilita un proyecto de atención a nicaragüenses que llegan a USA, el que es manejado por Orozco y Salvador Stadthagen Icaza, amigos cercanos y entre otras cosas los encargados de cabildear por sanciones contra Nicaragua.

Conocidos conspiradores neosomocistas

En dicho proyecto trabajan también Luciano García Mejía, de HADEMOS y Haydeé Castillo Flores, quienes se encargan de gestionar los fondos para los viajes de opositores a EEUU, mientras Orozco y Stadthagen, conciertan los contactos en Washington. Orozco tiene buenos contactos, sobre todo en la Comisión de Exteriores del Congreso y en USAID. Otro contacto importante, que es parte de ese proyecto, es Tanya Mroczek Amador, también de origen nicaragüense, quien dirige la ONG “Corner of Love” con oficinas en Miami y en Costa Rica.

En Nicaragua, Manuel Orozco tiene contactos con Félix Alejandro Maradiaga Blandón, Carlos Fernando Chamorro Barrios, Jaime Montealegre Lacayo, Juan Sebastián Chamorro García, José Adán Aguerri Chamorro, Violeta Granera Padilla y Arturo Cruz Sequeira, entre otros y en el caso de Arturo Cruz, aunque se conocen, siempre se han tenido una especie de celos profesionales.

¿Por qué fue juzgado Manuel Orozco en Nicaragua el año pasado? Ya presentamos ayer algunas de sus andanzas ilegales en forma de conspiración para dañar al país económicamente, mediante el uso de la violencia (más de 200 muertos en 2018), con el objetivo final de derrocar al gobierno del comandante Daniel Ortega e imponer en su lugar a grupos oligarcas y sus empleados.

Quiso montar “gobierno” en el exilio

Nicaleaks conoció que el 11 de octubre de 2018, cuando el pueblo y sus autoridades ya habían abortado el intento de golpe de Estado, a través de correo electrónico, Manuel Orozco, en comunicación con David E. Lewis, vice presidente de la empresa consultora norteamericana Manchester Trade Ltd. Inc., al conocer sobre la decisión de Costa Rica de otorgar asilo político a Álvaro Leiva Sánchez, plantea que ya era hora de preparar condiciones para montar una oposición y gobierno en el exilio.

Esta comunicación fue compartida con el costarricense Carlos Manuel Echeverria Esquivel, de la firma encuestadora CONSULCA S.A.; Alexander Mora Delgado, de la empresa consultora costarricense TECAPRO; Juan Sebastián Chamorro García; Federico Sacasa Patiño; Edmundo Jarquín; Carlos Fernando Chamorro Barrios; José Carlos Quirce, de la empresa COMEX, en Costa Rica; Arturo Cruz Sequeira; Richard Feinberg, profesor de la Universidad de California y Marco Vinicio Ruiz, ex embajador de Costa Rica en China.

Ese mismo día, por la misma vía, Manuel Orozco y José Pallais Arana se ponen de acuerdo en los preparativos de un foro virtual organizado por la ONG norteamericana Woodrow Wilson Center, a través de su directora para América Latina y del Caribe, la norteamericana Cynthia Arnson, con la facilitación de Paulina Ortega Madrid, especialista en comunicación del ONG Diálogo Interamericano.

Le hacían agenda a líderes golpistas

El objetivo de ese foro, realizado el 17 de octubre de 2018 con la presencia de embajadores de varios países ante la OEA, fue preparar un plan de trabajo para el Grupo de apoyo a Nicaragua en la OEA, evaluar oportunidades de diálogo y mediación, además de trabajar una nueva configuración de la Unidad Azul y Blanco, para lo cual abordaron una agenda con los siguientes temas:

– Juan Sebastián Chamorro García: Por qué no se agotan los incentivos para el diálogo y la voluntad de la Alianza Cívica de sentarse a la mesa de negociación.
– José Pallais Arana: Oportunidades políticas para un diálogo a pesar de la resistencia existente.
– Luis Rivas Anduray: Opciones de mediación e incentivos provenientes del sector privado.
– Violeta Granera Padilla: Incentivos políticos para la mediación-el papel de los grupos políticos y sociales que ofrecen incentivos y señalan por qué el diálogo es necesario.
– Prabha Sankaranarayan: Temas de mediación internacional y de la OEA.

El 13 de octubre de 2018, por correo electrónico, Salvador Stadthagen Icaza y Rosalía Miller, presidenta ejecutiva de la ONG norteamericana “Fondo de estudiantes latinos”, dan a conocer a Violeta Granera Padilla, Juan Sebastián Chamorro García, Tanya Mroczek Amador y Félix Maradiaga Blandón, el documento “Papel de la UNAB y soporte financiero”.

Intentaron quebrar zonas francas

En esa misma fecha, Manuel Orozco, David Lewis y Carlos Fernando Chamorro Barrios, en un diálogo compartido vía correo electrónico, al referirse a la campaña “Diamante de sangre”, promovida por nicaragüenses en USA para que compañías norteamericanas no negociaran con las empresas de zona franca de Nicaragua, señalan que deberían enfocar esa campaña en grandes marcas como Adidas, Puma, Nike y BMW, para hacer una acción comercial que impacte como un boicot estratégico.

El 29 de octubre de 2018, Manuel Orozco aparece como parte de un grupo de opinión que, vía correo electrónico, aborda temas sobre la política norteamericana hacia Nicaragua y la situación del país. En este caso, Richard Feinberg, profesor de economía política de la Universidad de California, planteó que la declaración de Estados Unidos sobre Nicaragua de ese mismo día, fue muy contundente, plagada de amenazas de más sanciones financieras, pero que sin lograr articular una estrategia realista contra nuestro país.

Este grupo estuvo integrado, entre otros, por: Carlos Manuel Echeverría; Carlos Fernando Chamorro; Edmundo Jarquín; Mateo Jarquín Chamorro; Federico Sacasa; Juan Sebastián Chamorro; Alexander Mora; Arturo Cruz; Cynthia Arnson; Peter Hakim, directivo del ONG “Diálogo Interamericano”; Mark L. Schneider, ex director de los Cuerpos de Paz, y Eric Farnsworth, del Consejo de Sociedad Civil de Las Américas.

Promotores de las sanciones contra Nicaragua

Al interactuar ese día en el grupo, David Lewis señala que esa posición podría ser un discurso de despedida “sin golpes duros” de la embajadora Laura Dougu, pero que, a partir de ahí, deben centrarse en temas como la Nica Act, la aplicación de la Ley Magnitsky y en los mecanismos para limitar los beneficios del CAFTA para Nicaragua. Planteó además que el ultraderechista senador Marco Rubio tenía lista una propuesta que pudiera asemejarse al esbozo de una estrategia más sólida porque, aunque admiraban la claridad de la posición de los Estados Unidos, se quedaban con la sensación de que podían hacer más.

El 4 de noviembre de 2018, en ese mismo grupo de opinión se conoció que a solicitud de Epsy Campbell, canciller y vice presidenta de Costa Rica, unos cuatro nicaragüenses sostuvieron una reunión privada con ella, donde le requirieron toda la mayor presión posible para que el presidente Ortega cediera a una negociación, sugiriendo que Vinicio Cerezo podía apoyar la misma, aunque tenían poca confianza en él, pero que también se barajaba a Luis Almagro para ese fin.

Asimismo, el 12 de noviembre de 2018, Salvador Stadthagen y Manuel Orozco, a través de correo electrónico envían un informe a Brandon P. Yoder, jefe del staff del senador norteamericano Bob Menéndez, el que en su parte esencial plantea que junto con Tanya Mroczek-Amador están trabajando con otros nicaragüenses en los Estados Unidos y formaron la Coalición por la Libertad de Nicaragua (NFC), para coordinar reuniones y actividades, incluyendo esfuerzos para unificar la diáspora nicaragüense.

Indican que los días 10 y 11 de noviembre organizaron una reunión en Washington DC de los líderes de las organizaciones de la diáspora nicaragüense, principalmente de los EE.UU. y Canadá, evento al que invitaron a directivos de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB). Que aprovecharían el viaje para reunirse con Almagro, un grupo de congresistas y senadores norteamericanos, entre otros.

El 13 de noviembre de 2018, Brandon P. Yoder, jefe del staff del Senador norteamericano Bob Menéndez, a solicitud de Manuel Orozco, Tanya Mroczek Amador y Salvador Stadthagen Icaza, confirmó que el senador Menéndez se reuniría al día siguiente con un grupo de opositores nicaragüenses presentes en Washington, para abordar el tema de las presiones y sanciones contra nuestro país.

El grupo que se entrevistó con el senador Menéndez estuvo integrado por Juan Sebastián Chamorro García, Lester Alemán Alfaro, Violeta Granera Padilla, Félix Maradiaga Blandón, Luciano García Mejía y Mónica López Baltodano.

Como se aprecia, existió toda una larga serie de reuniones conspirativas entre los actuales “presos políticos” que antes habían sido parte de la jefatura de la “task force” formada para agredir a Nicaragua, cuyo “comandante” era Manuel Orozco.

Espere otra entrega mañana.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *