El viaje oficial tiene lugar en un momento en que Pekín y Teherán mantienen tensiones con Estados Unidos en torno a una serie de cuestiones globales.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, inició este martes una visita de Estado de tres días a China, en respuesta a una invitación de su homólogo Xi Jinping, informan medios locales.
Esta visita, la primera en casi 20 años de un dirigente iraní a China, tiene por objetivo ultimar un acuerdo que fomente la inversión china en la economía iraní de hasta 400.000 millones de dólares.
Además, es probable que en las negociaciones se estudie la posibilidad de que Irán se una a los BRICS, recoge la agencia iraní IRNA. China ya había apoyado la candidatura de Irán para convertirse en miembro de pleno derecho de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), lo que finalmente sucedió en septiembre en la cumbre de la organización celebrada en la ciudad uzbeka de Samarcanda, escenario de los primeros contactos entre Raisi y el presidente chino Xi Jinping.
El mandatario iraní llegó al aeropuerto internacional de Pekín el martes por la mañana, hora local, y fue recibido por el ministro chino de Cultura y Turismo, Hu Heping, recoge Islamic Republic News Agency.
También se encontró con Xi Jinping en una ceremonia celebrada en la sede de la Asamblea Popular Nacional de China en Pekín.
El primer día de visita culminó con la firma de 20 documentos de cooperación en ámbitos que van desde el turismo a la propiedad intelectual y proyectos conjuntos de medios de comunicación.
Además, Xi Jinping declaró el martes durante sus conversaciones con su homólogo iraní que las autoridades chinas tienen la intención de seguir facilitando las consultas sobre la reanudación del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés) sobre el programa nuclear de Irán, informan medios chinos.
Un acuerdo secreto
Se informa que la conclusión del mecanismo operativo del acuerdo de asociación de 25 años firmado entre China e Irán en 2021 sería el principal objetivo de la visita.
Aunque aún no se han anunciado oficialmente los detalles del acuerdo, The New York Times informó en 2021 de que trata de extender la cooperación a muchos ámbitos, si bien una de las principales disposiciones consistiría en la compra a gran escala por Pekín de petróleo iraní a precio reducido a cambio de inversiones diversificadas en la economía de Irán por valor de hasta 400.000 millones de dólares.
Aunque Estados Unidos ha impuesto sanciones al sector, China es por el momento uno de los principales consumidores de petróleo iraní. En 2021 y 2022 muchos medios informaban que Pekín incluso estaba aumentando sus compras a Irán, aliviando así la presión de las restricciones estadounidenses.
Según datos de las aduanas chinas difundidos por los medios iraníes, el volumen de comercio entre Irán y China en 2022 fue de 15.700 millones de dólares, 1.035 millones más que en 2021.
Relaciones con Estados Unidos
El segundo encuentro entre los líderes de China e Irán se produce en un momento en el que ambos países afrontan tensiones crecientes con Estados Unidos en torno a una serie de cuestiones globales.
Antes de su visita, Raisi escribió un editorial en el periódico chino People’s Daily, en el que afirmaba que ambas naciones creen que el unilateralismo y las medidas «violentas», como la imposición de sanciones «injustas», son las principales causas de las crisis y de la inseguridad en el mundo.
Desde el pasado mes de septiembre se han registrado en todo Irán protestas sin precedentes, que las autoridades del país persa vinculan a fuerzas externas, principalmente a Estados Unidos.
Irán se acerca a Rusia
Mientras tanto, en medio de las tensiones con Estados Unidos, Irán no solo estrecha lazos con China, sino también con Rusia. El embajador iraní en Rusia, Kazem Jalali, declaró el lunes que la república islámica está dispuesta a introducir un régimen de exención de visados con Rusia, informa RBC.
Además, en diciembre se supo que Moscú y Teherán están habilitando un corredor comercial desde el este de Europa hasta el océano Índico que permitirá reducir en miles de kilómetros las rutas existentes y evadir las sanciones impuestas a ambas naciones por los países occidentales.
«Irán tiene socios, no está solo»
«Esta visita es especialmente digna de mención en el contexto del deterioro de las relaciones entre China y EE.UU. y de las malas relaciones que desde hace tiempo mantienen EE.UU. e Irán. Ambos países comparten el rechazo a la hegemonía estadounidense en la escena internacional, a la que el mundo ya está diciendo adiós», explica Elena Supónina, experta del Consejo Ruso de Asuntos Internacionales (RIAC) en declaraciones a VZGLYAD.
Asimismo, agregó que «ambos países expresan también su desagrado por el uso que hace EE.UU. de las sanciones como arma política y económica».
Arshin Adib-Moghaddam, profesor de Política y Estudios Internacionales en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos (SOAS) de Londres, sostiene, citado por Time, que «estamos en medio de una reordenación trascendental de la política mundial». «Están surgiendo y fortaleciéndose nuevos patrones de alianzas», agrega.
El politólogo ruso Stanislav Tarásov comentó a Abzatz que «la visita de Raisi es una especie de demostración de que Irán tiene socios y no está solo». «Occidente —y en mayor medida Estados Unidos— siempre ha adoptado una posición de fuerza en las negociaciones con Teherán. Debido a su línea dura, las negociaciones nucleares se han estancado y no se han levantado las sanciones a Irán», lamenta.
«Irán está aumentando sistemáticamente su compromiso con los países no occidentales representados por China y Rusia, especialmente bajo la actual administración, y la primera visita de Estado del presidente Raisi a Pekín parece una encarnación lógica de la política exterior iraní», declaró por su parte Adlan Margoev, investigador del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, a RBC.