El trágico desenlace: Ensayo de coro fue foco de un brote de coronavirus con 2 muertos y decenas de infectados

El golpe del coronavirus puede afectar prácticamente a cualquiera, y eso lo constataron de modo especialmente rudo los miembros de un coro en el área de Mount Vernon, Washington.

A principios de marzo, el estado de la costa oeste donde viven los integrantes del Coro de Skagit Valley, que canta en la Iglesia Presbiteriana Mount Vernon, comenzaba a ver un rápido crecimiento de la epidemia de coronavirus, sobre todo en el área de Seattle. Pero en Mount Vernon no se había registrado aún ningún caso.

Los líderes del coro discutieron el asunto y decidieron continuar con sus ensayos. Así, de acuerdo al relato del periódico Los Angeles Times, el pasado 6 de marzo los 121 integrantes del coro recibieron un mensaje de correo electrónico en el que se les comunicó que pese “al estrés y a la fuerza de las preocupaciones sobre el virus”, el ensayo seguiría de acuerdo a lo previsto.

No todos asistieron a la siguiente cita. Pero 66 cantantes acudieron y dada las circunstancias evitaron abrazos, usaron abundante desinfectante de manos y mantuvieron cierta distancia entre uno y otros al cantar.

Tras dos horas y media de música, el ensayo terminó. Todo parecía normal.

Pero, de acuerdo al LA Times, unos días después el escenario se volvió perturbador: 45 de los integrantes del coro fueron diagnosticados con coronavirus o presentaron síntomas, varios debieron ser hospitalizados y dos han fallecido.

Unos días después del ensayo, varios de los presentes comenzaron a sufrir problemas físicos: escalofríos y fiebre, dolor corporal y fatiga, algunos incluso diarrea, náusea y algunos pérdida del sentido del gusto y el olfato. Todos síntomas que, en mayor o menor medida, se han registrado en personas infectadas de coronavirus.

Varios miembros del coro se sometieron a pruebas y el diagnóstico fue claro: el suyo fue un “superbrote” de COVID-19.

En su página de Facebook, el Coro de Skagit Valley relató el rudo golpe que les propinó el COVID-19, y la tragedia de la muerte de dos de sus integrantes.

El contagio tan rápido y extenso que se dio en ese coro causó gran sorpresa, pues al parecer ninguno de los presentes mostró síntomas el día que se congregaron y por lo general mantuvieron distancia y evitaron el contacto físico.

Ruth Backlund, copresidenta del Coro de Skagit Valley, dijo a The New York Times que pidieron a sus integrantes que nadie que tuviera algún síntoma, así fuese leve, asistiera al ensayo. Y que todos los presentes lucían sanos.

“Nadie estaba enfermo. Nadie tocó a nadie ni se dio la mano. Nadie abrazó a nadie, como uno haría en un grupo. No hubo nada de eso”, comentó Blacklund al Times.

¿Cómo se dio entonces ese contagio de coronavirus a tan larga escala? Las circunstancias del caso sugieren a expertos médicos, según el LA Times, que el COVID-19 puede esparcirse vía aerosoles, micropartículas que pueden flotar en el aire hasta por cinco minutos o más, una posibilidad que hasta ahora la Organización Mundial de la Salud ha minimizado, al señalar que el contagio de coronavirus requiere contacto con secreciones de un enfermo mucho más grandes, que por lo mismo caen pronto al suelo y no quedan suspendidas por mayor tiempo en el aire.

Existen estudios que han hallado, como el publicado hace unas semanas en el New England Journal of Medicine, que el coronavirus sobrevive en aerosoles por un cierto tiempo (tres horas en el laboratorio y quizá media hora en condiciones reales). Así, comenta que, quizá, el acto de cantar, que implica un importante esfuerzo de respiración, pudo haber producido una expulsión extraordinaria de microsecreciones en aerosol que, al difuminarse en el lugar del ensayo del coro de Mount Vernon en gran cantidad, habían sido suficientes para difundir el coronavirus e infectar a muchos de los cantantes.

El hecho de que una proporción importante de los miembros del coro son adultos de edad pudo ser un factor de vulnerabilidad que hizo al grupo más susceptible ante el coronavirus.

Y si a eso se añade la posibilidad de que las personas que portan el virus pero no presentan síntomas puedan contagiarlo, el conjunto creó las condiciones para un contagio en masa en ese coro.

En todo caso, el alto índice de contagios en ese grupo resultó ciertamente extraordinario. Y es una señal de alerta a la población sobre la imperiosa necesidad de evitar concentraciones de personas para reducir el riesgo de expansión de la epidemia. Grupos que parecen no tener enfermos ni realizan interacciones considerables entre sí pueden catalizar la difusión del coronavirus.

El distanciamiento social es por ello de importancia crítica.

En el caso del superbrote de coronavirus en el coro de Mount Vernon aún no se ha identificado a la persona que fue la fuente original de contagio, pero la dinámica de expansión de la enfermedad en esa comunidad amerita un mayor estudio, de acuerdo a testimonios recabados por el LA Times. Tanto sobre cómo se dieron los contagios como sobre la razón por la que 15 miembros del coro no han enfermado ni mostrado síntomas.

Varios miembros del coro que sí enfermaron han comenzado a recuperarse, pero los fallecimientos, las hospitalizaciones y los padecimientos que han enfrentado han dejado su marca. Pero ellos esperan, presumiblemente, poder volver en el futuro a reunirse para entonar una canción a todo pulmón.

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