La cancillería de Nicaragua informó al Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de la suspensión temporal de las actividades en el país de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El ministro de Relaciones Exteriores, Denis Moncada, ofreció a representantes de la comisión una detallada explicación acerca de las razones que sustentan la decisión, todas relacionadas con el intento de golpe de estado y los intentos desestabilizadores de mediados de año.
La medida también se hizo efectiva al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), creado por acuerdo entre las autoridades nicaragüenses y la CIDH para cooperar con las investigaciones a los sucesos de violencia acontecidos del 18 de abril al 30 de mayo, explica el documento enviado a Almagro.
Los representantes de la comisión arribaron a Nicaragua el 17 de mayo recibiendo todo el apoyo de las instituciones del Estado para realizar su trabajo, sin embargo, destaca el texto, el informe presentado a la OEA carece de ‘imparcialidad y objetividad’, al, por ejemplo, caracterizar de ‘protestas pacíficas’ los actos vandálicos donde policías y ciudadanos fueron ‘asesinados con armas de fuego de alto calibre’.
No obstante, el Estado nicaragüense firmó el 30 de mayo un acuerdo con la OEA y la CIDH para apoyar la investigación imparcial a los sucesos relacionados con el intento de golpe de estado, que fue violentado en reiteradas ocasiones por la comisión y el GIEI.
Las investigaciones llevadas adelantes por las autoridades nicaragüenses demostraron que el trabajo de la los representantes de la OEA, la CIDH y el GIEI ha constituido ‘plataforma de divulgación de información falsa para promover en el ámbito internacional sanciones en contra de nuestro país’, precisa el documento.
El texto alude también a la irresponsabilidad del secretario general de la OEA por sus declaraciones sobre Nicaragua en diversos espacios, y lo califica de ‘mentiroso, calumniador, violento y de comportamientos irracionales’.
Según cifras oficiales, los actos violentos de los meses de abril y mayo costaron la vida a 199 nicaragüenses, de ellos 22 uniformados, y heridas a mil 240.