Correo del Orinoco
Mientras que antes Rusia necesitaba a Europa para realizar sus negocios, ahora está creando nuevas rutas comerciales que le permitirán librarse de esa dependencia, escribe ‘New York Times’. Un ferrocarril proyectado a través de Irán podría ser clave para hacer realidad estas aspiraciones.
Según el periódico, durante siglos el comercio con el continente europeo «ha sido el pilar» de la economía rusa. Sin embargo, tras el estallido del conflicto armado en Ucrania, Europa «puso fin a esta situación», imponiendo numerosas restricciones a Rusia e intentando expulsarla de sus mercados.
Moscú respondió ampliando sus lazos con países que están más dispuestos a hacer negocios con ella, como China al este, así como de la India y los países del golfo Pérsico, con los que Rusia estará unida por una ruta meridional.
El plan ruso, continúa, prevé la construcción de un ferrocarril de 160 kilómetros de longitud y por un valor de mil 700 millones de dólares en 2024. Será el último eslabón del enlace ferroviario entre Rusia y los puertos iraníes del golfo Pérsico, facilitando el acceso a centros como Bombay, la capital comercial de la India.
Esta nueva línea ferroviaria unirá las ciudades iraníes de Astara y Resht y vinculará a Irán con Azerbaiyán en el norte. A continuación, estas vías férreas conectarán con la red rusa.
Cuando finalicen las obras, se formará un corredor de transporte Norte-Sur. Será una línea ferroviaria continua de casi siete mil kilómetros de longitud, que «estará fuera del alcance de las sanciones occidentales», indica el New York Times.
«Rusia conseguiría una ruta ferroviaria hacia el golfo Pérsico y Turquía (…) Y esto podría ocurrir con bastante rapidez, en un plazo de hasta dos años», declaró el experto Nikita Smagin, citado por el medio estadounidense.
Los puertos iraníes del Golfo Pérsico proporcionarán a los comerciantes rusos un cómodo acceso a la India, así como a Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Pakistán y otros, añade.
El Gobierno ruso considera que el proyecto ferroviario a través de Irán, así como otro ramal a Turquía, que Moscú espera rehabilitar, son «sumamente importantes» para asegurar un flujo garantizado y acelerado de importaciones al país, destaca el New York Times.
El periódico, citando al presidente ruso, Vladímir Putin, indica que la nueva ruta reducirá a 10 días el tiempo que se demora en transportar mercancías de San Petersburgo a Bombay, mientras que ahora se tarda entre 30 y 45 días. Por ello, las autoridades rusas calificaron el proyecto de «revolucionario e innovador», señala el diario.
De esa forma, resume el medio, ese pasillo situará a Moscú fuera del alcance de las medidas unilaterales occidentales. Además, proporcionará a Rusia enlaces con Irán, la India y «muchos otros países», e incluso competirá con el canal de Suez.