Manipulando “la libertad” como un pretexto, el progubernamental organismo gringo Freedom House inicia sus intrigantes operaciones en octubre de 1945, cuando propicia el surgimiento de una casa o sede en la Calle 40 de Washington D.C., conocida como Wilkie Memorial Building, lugar en donde comenzaría la capacitación de su personal en diversos temas.
Fue así que a finales de la Segunda Guerra Mundial, Freedom House no fue disuelta, sino que apoyó los nuevos combates de la Casa Blanca. Dicha asociación llevó a cabo campañas por el Plan Marshall y la OTAN, por la descolonización de los imperios francés e inglés, en contra, en ese tiempo, del llamado bloque socialista. Ahora sus objetivos principales son los Gobiernos de izquierda en América Latina.
Más que ninguna otra organización oficiosa, Freedom House desarrolló el slogan “Estados Unidos, país de la libertad”. Fue en los locales de esta denominada “Casa de la Libertad” donde se inició en 1949 el Congreso por la Libertad de la Cultura, una vasta operación de manipulación de los intelectuales de Europa Occidental por parte de la CIA.
Justificar barbarie en Vietnam
A finales de los años 60, George Field, Director de Freedom, se retira para darle paso a Leonard R. Sussman, quien tuvo la “dura” tarea de defender la intervención norteamericana en Vietnam. A continuación se sucedieron R. Bruce McColm (1988-93), Adrian Karatnycky (1993-97), Jim Denton y Jennifer Windsor.
Sussman, Karatnycky y Windsor son republicanos convencidos y además militan en el Proyecto Para un Nuevo Siglo Americano (Project for a New American Century), el staff electoral confeccionado por George W. Bush en el Instituto Empresarial Norteamericano (American Enterprise Institute).
En 1982, durante el mandato del presidente Ronald Reagan, se crea la Fundación Nacional para la Democracia (NED National Endowent for Democracy) para que se ocupara de forma presentable de algunas acciones secretas de la CIA. Freedom House es integrada al nuevo dispositivo.
Busca disolver huellas de la CIA
Es también el momento en que Paul Wolfowitz y sus amigos neoconservadores incorporan a sus diversos organismos a numerosos miembros provenientes de Social Democrats, USA. La NED subvenciona a Freedom House, que a su vez cofinancia programas seleccionados por su proveedor, diluyéndose así las huellas de una intervención norteamericana.
En enero de 1983, durante el escándalo Irán-Contras, Ronald Reagan reorganizó todo el sistema de «diplomacia pública» de los Estados Unidos, dirigido en el Consejo de Seguridad Nacional por Walter Raymond . Este organizó un comité de supervisión en el que integró, para representar a Freedom House, a Leonard R. Sussman y al especialista de guerra psicológica Leo Cherne.
Otto Reich, quien en ese momento debuta en su carrera, se hace cargo de la secretaría de Operaciones. En 1986, Freedom House incorpora al exredactor jefe de las publicaciones del Congreso para la Libertad de la Cultura, Melvin Lasky, quien instaura en Londres una agencia de difusión de artículos por encargo para la prensa internacional.
Contra la revolución sandinista
Igualmente en 1986, Freedom House comienza su programa sobre la libertad de religión en el mundo. Esta iniciativa, retomada por el Congreso, dio lugar en 1998 a la Comisión Consultiva para la Libertad Religiosa en el extranjero que, a su vez, redacta un informe anual sobre el tema.
En 1988 Freedom House conforma un grupo de trabajo sobre América Central, cuyo objetivo es difundir documentación contra la Revolución Popular Sandinista. En esta ocasión, los sindicalistas de la AFL-CIO son integrados al Consejo de Administración de la Freedom House, que se sirve como el instituto especializado creado por el sindicato a cuenta de la CIA y conocido como AIFLD.
Durante los años 90 la Freedom House amplió sus actividades y para ello abrió oficinas en Argelia, Hungría, Jordania, Kazajstán, Kirguizistán, México, Uzbekistán, Polonia, Rumania, Serbia y Ucrania. La asociación deseaba abrir una oficina en un Estado limítrofe con Nigeria, a lo que renunció provisionalmente.
Toda una red conspirativa
Freedom House lanzó un programa de formación para los disidentes de Europa Central y Oriental sobre derechos humanos, en colaboración con la Asociación de Abogados Norteamericanos; a los efectos, esta creó una oficina especializada en injerencia, a partir del modelo existente, para la participación de los sindicatos y el patronato en acciones secretas.
Actualmente, este organismo también cuenta con el apoyo financiero del Instituto Demócrata para los Asuntos Internacionales (NDI) de Madeleine K. Albright, la sección del Partido Demócrata en el seno de la NED/CIA. El “Rights Consortium” moviliza para las acciones de Freedom al inevitable Internactional Solidarity Center de la AFL-CIO e igualmente a la Asociación Internacional de Magistrados.
Otras organizaciones que apoyan a Freedom House en sus trabajos conspirativos son el Centro Internacional para Periodistas (The International Center for Journalists-ICFJ), el Comité Internacional de Socorro (The International Rescue Committee-IRC), así como a Mujeres, Derecho y Desarrollo Internacional (Women, Law and Development International-WLDI).
Impulsaron asesinatos de muyahidines
En 1999, Freedom House creó el Comité Norteamericano para la Paz en Chechenia (The American Committee for Peace in Chechnya-ACPC), dirigido por quien fuera consejero de Seguridad Nacional, Zbigniew Brzezinski, por el ex secretario de Estado Alexander Haig y por el ex representante Stephen J. Solarz.
Cuando estas personalidades se encontraban en funciones, crearon las yihad contra los soviéticos en Afganistán. A continuación mantuvieron su apoyo a Bin Laden para que orientara la yihad hacia Bosnia-Herzegovina, primero contra el poder comunista de Belgrado y luego hacia Chechenia para favorecer el estallido de la Federación Rusa y el control de los hidrocarburos del Cáucaso.
En 2002, la Freedom House creó en Hungría, con el apoyo de la USAID, un servicio web para las ONG de Europa Central y Oriental con las cuales trabaja: ngonet.org.
Se erigen en “juez mundial”
Este organismo condujo la campaña de “rehabilitación” del partido de extrema derecha ARENA, que participó en la llamada Liga Anticomunista Mundial y se le responsabilizó de numerosas ejecuciones extrajudiciales en El Salvador; estos “esfuerzos” fueron coronados con el éxito, pues Antonio Saca se convirtió en presidente del país.
Finalmente, el presidente George W. Bush le encargó a Freedom House presentar un informe anual sobre las libertades públicas y los derechos políticos en el mundo, a partir del cual los Estados Unidos decidieron conceder o rechazar una ayuda al desarrollo en el marco de la Millenium Challenge Corporation.