Haití: Washington ordena salir del país a su personal diplomático

La alerta de EE.UU. está dirigida a su personal no esencial en la embajada de Puerto Príncipe y sus familiares, debido a la inseguridad en el país caribeño. 

Estados Unidos ordenó el viernes (28.07.2023) la salida de Haití de familiares de empleados de su Gobierno y de aquellos trabajadores de la embajada que no cumplan labores de emergencia, ante la degradación de la seguridad en el país caribeño. 

En una alerta en la página web de la embajada estadounidense en Haití se comunica la decisión al respecto adoptada por el Departamento de Estado. 

También se reitera el llamamiento efectuado la víspera y se indica que los ciudadanos estadounidenses en Haití deberían salir lo antes posible en medios de transporte comercial u otras opciones privadas, “a la luz de la situación actual de seguridad y los desafíos en cuanto a infraestructura”.  

“Los ciudadanos estadounidenses que deseen salir de Puerto Príncipe deben seguir las noticias locales y solo hacerlo cuando se consideren seguros”, agrega la nota, que pide no viajar a Haití ante los secuestros, la delincuencia, los disturbios civiles y las deficitarias infraestructuras sanitarias. 

El comunicado señala que el personal del Gobierno de Estados Unidos en Haití tiene limitados sus movimientos al “área confinada alrededor de la embajada”. 

Además, tiene prohibido caminar por Puerto Príncipe y no puede utilizar transportes públicos o taxis, así como acudir a bancos o usar cajeros automáticos, conducir de noche, viajar a ningún lugar entre las 01.00 y las 05.00 hora local o hacerlo sin aprobación previa y medidas de seguridad especiales. 

Haití vive una situación de extrema violencia y gran parte de Puerto Príncipe y sus alrededores se encuentran bajo el control de las bandas armadas, lo que ha obligado a miles de sus vecinos a irse de sus casas y convertirse en desplazados internos.  

Haití, el país más pobre de América con algo más de 11 millones de habitantes, está sumido en una crisis en todos los órdenes, abundan las masacres, las violaciones, los secuestros y la quema de viviendas. 

Por el momento, los llamados urgentes en las Naciones Unidas para enviar a ese país una fuerza de intervención multinacional que apoye a la policía haitiana han quedado en letra muerta. 

Transportistas  aplazan paro 

 De manera concertada y democrática, deciden posponer huelga de tres días para no afectar la realización de los exámenes de bachillerato en el país.  

 Representantes de los sindicatos de transportistas públicos de Haití dieron a conocer este domingo que aplazan de manera temporal su convocatoria a una huelga de tres días para no afectar la realización de los exámenes de bachillerato. 

Semanas atrás, los gremios tomaron la decisión de lanzar un paro de actividades desde el 31 de julio hasta el 2 de agosto para reclamar la rebaja en un 40 por ciento del precio del combustible. 

De acuerdo con los sindicatos, la decisión de aplazar la huelga hasta nuevo aviso se tomó porque ambas fechas coinciden y desean permitir a los estudiantes acudir a las escuelas a tomar los exámenes finales. 

La decisión fue confirmada por el titular de la Asociación de Propietarios y Conductores de Haití (APCH), Méhu Changeux, quien en declaraciones a medios locales precisó que los gremios no pretenden abandonar sus reivindicaciones y se reunirán luego de los exámenes para tomar nuevas decisiones. 

Los sindicatos aún no han fijado una fecha para la huelga, método de lucha que planean combinar con la negociación con el primer ministro, Ariel Henry. En un comunicado sobre el paro, los sindicatos criticaron la gestión del jefe de Gobierno, así como la inseguridad, el alto costo de la vida y de los combustibles. 

Los firmantes de la declaración aseguraron que «el Gobierno haitiano sigue apoyando la inseguridad al permitir que las bandas se establezcan en todo el país», con un significativo impacto sobre la labor que realiza ese sector. 

Los transportistas públicos haitianos han sido afectados por el encarecimiento de los combustibles y su control y reventa por parte de las pandillas, además de los robos, agresiones y secuestros de sus integrantes a mano de estas. 

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