El primer ministro británico, David Cameron, desea que las fuerzas armadas de su país inviertan más en drones, tropas de élite y equipos de interceptación para ayudar a contrarrestar amenazas terroristas como el autodenominado grupo Estado Islámico (EI).
Anunció que solicitó a los jefes de Defensa considerar el aumento de las capacidades contraterroristas de respuesta y adquirir más «aviones espías, drones y fuerzas especiales».
Este lunes, Cameron visitará la sede de la flota británica de drones Reaper, la cual ha realizado vuelos en misiones de vigilancia sobre Irak y Siria en apoyo a Estados Unidos contra el grupo extremista takfirí (EI).
Según las fuerzas armadas británicas, varios aviones de combate han realizado ataques en Irak y zonas fronterizas con Siria bajo el argumento de respaldar a EE.UU. y sus aliados de la OTAN en la lucha contra el terrorismo.
Cameron ha sugerido que la misión de apoyo al gobierno norteamericano podría ser extendida a Siria.
Estas declaraciones, que podrían ser calificadas de injerencistas por el gobierno legítimo de Bashar Al-Assad, coinciden con su afirmación respecto a las políticas occidentales para derrocarlo.
Al-Assad aseguró el domingo que las acciones de Occidente han reforzado el terrorismo en Oriente Medio y lo ayudan a expandirse. “El fracaso de las políticas de Occidente en la región es el resultado de no escuchar la voz de las naciones y seguir las políticas de doble rasero sobre el terrorismo”, dijo el jefe del Estado sirio durante una reunión con el miembro de la Asamblea Nacional de Francia Jean-Frédéric Poisson en Damasco (capital siria).
En los últimos años, Carmetron ha dedicado su gobierno en reducir el gasto público; no obstante, el ministro de Hacienda George Osborne se ha encargado de suministrar 2 por ciento del ingreso nacional a la defensa.
Dato: En febrero de este año, cientos de activistas que apoyan al pueblo palestino ocasionaron el cierre una fábrica de aviones no tripulados (drones) de propiedad israelí en Reino Unido, cuando protestaban en rechazo a la venta de los aparatos al régimen sionista.
Los participantes en la protesta que llevaban pancartas contra Israel y coreaban consignas como ¡basta de muerte en Gaza!, saltaron las cercas de seguridad y tomaron el control de la empresa Instro Precision, en Kent, al sureste de Londres (capital).