La Gran Victoria sobre el fascismo

A 80 años de la victoria soviética sobre el nazismo alemán y sus aliados, el neonazismo europeo y norteamericano pretende oscurecer aquella gran gesta que costó más de 20 millones de vidas al pueblo de Rusia.

 

Elson Concepción Pérez | Granma

Aunque algunos líderes europeos traten de ignorar o tergiversar la historia, la entonces Unión Soviética llevó el peso de la guerra y de que se lograra la victoria que ahora cumple 80 años.

Escribir e interpretar la historia con elementos basados en la mentira y usados con fines políticos e intereses muchas veces enmascarados en posiciones nazistas, casi que se ha puesto de moda, fundamentalmente en Europa.

El llamado Viejo Continente sufrió, entre los años 1939 y 1945, la mayor contienda bélica en la historia de la humanidad. Se calcula que entre 55 y cien millones de personas murieron, y pueblos y ciudades quedaron devastadas. Se trata de la Segunda Guerra Mundial, concluida el 9 de mayo de 1945, con la capitulación de la Alemania fascista y la llegada de las tropas soviéticas hasta la mismísima guarida de Adolfo Hitler.

Sin lugar a duda, el papel del Ejército Rojo soviético fue determinante en todos los años de confrontación, y ese gran país perdió a 27 millones de sus hijos, y liberó a países europeos de los que hizo rendirse o retirarse a las tropas alemanas de ocupación.

Los territorios de las entonces repúblicas de Rumanía, Polonia, Bulgaria, Yugoslavia, Checoslovaquia, Hungría, Austria, Alemania, Noruega y Dinamarca, entre otros países, en los cuales vivían más de cien millones de personas, fueron liberados total o parcialmente por el Ejército soviético.

En un recuento informativo de rt, aparece que entre 1944 y 1945, aproximadamente siete millones de soldados soviéticos lucharon por la libertad de 11 naciones del Viejo Continente.

En total, más de un millón de efectivos soviéticos murieron en los campos de batalla extranjeros, y las pérdidas totales del Ejército Rojo, junto con los heridos y desaparecidos, ascendieron a más de tres millones de personas durante la liberación de Europa. Ellos dieron su vida ayudando a todos los pueblos en su lucha de liberación, y por el derecho a establecerse libremente en su propia tierra.

La agencia Sputnik refiere que la Batalla de Berlín fue una de las últimas operaciones que puso fin a la sangrienta Segunda Guerra Mundial que devastó al continente europeo. La ofensiva, que duró del 16 de abril al 8 de mayo, llevó a las fuerzas soviéticas a la toma de Berlín y a la capitulación de la Alemania nazi.

No puede existir duda alguna de cuán determinante fue, para la culminación de la guerra y el logro de la victoria, el papel de la entonces Unión Soviética.

Lo lamentable hoy es que, en la Europa de nuestros días, confluyen gobiernos de derecha, ultraderecha y hasta crecen brotes de corrientes nazistas en pleno siglo XXI, y lo peor es que la Historia es una de sus víctimas.

Sobre la Segunda Guerra Mundial queda mucho por decir, y ojalá no se distorsione la historia, para llenar cuartillas, coincidentes o no con cada hecho. En este escenario, llegamos este 9 de mayo al aniversario 80 del Día de la Victoria del Ejército soviético contra el fascismo alemán.

Hoy, además de instigar a que no se reconozca la verdad, tratan de construir otra, atemperada al odio que se fomenta contra la Rusia actual, y hay un auge de la ideología nazi, que se pensó estaba vencida, pero desgraciadamente ha echado retoños.

En recientes declaraciones, la jefa de la eurodiplomacia, Kaja Kallas, advirtió que la participación en los desfiles militares u otros actos conmemorativos del aniversario de la victoria sobre el nazismo en Rusia «no se tomarán a la ligera en el lado europeo». Y amenazó: «Hemos dejado muy claro que no queremos que ningún país candidato participe en estos eventos del 9 de mayo en Moscú».

El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, citado por RT, reaccionó ante lo planteado por la Unión Europa, y aseveró que «se opone a esa amenaza», que calificó de «irrespetuosa», confirmando, además, que «asistirá al desfile del 9 de mayo en Moscú».

«Nadie puede decirme adónde debo o no debo viajar. Iré a Moscú a presentar mis respetos a los miles de soldados del Ejército Rojo que murieron en la liberación de Eslovaquia», subrayó.

«Iré para rendir homenaje a los millones de víctimas civiles, para honrar el hecho de que, nos guste o no, históricamente, la mayor parte de la derrota de la Alemania de Hitler, del fascismo y del nazismo recayó en las naciones de la antigua Unión Soviética. Esa es mi visión histórica», dijo.

El presidente Vladímir Putin ha dicho que «Rusia espera la presencia de más de 20 jefes de Estado y de Gobierno en el desfile militar para conmemorar el aniversario 80 de la victoria sobre el nazismo.

«Es especialmente importante ahora, cuando el nazismo se ha instalado de nuevo en Europa. Cuando en Europa no vemos un deseo unánime de erradicarlo inmediatamente. Por eso este día es tan importante, todo el mundo es bienvenido», enfatizó Putin, según un despacho de Novosti.