La mujer más poderosa de EEUU adversa a Trump

  • Nancy Pelosy, asumió como presidenta de la Cámara de Representantes, lo cual la hace la mujer más poderosa en el sistema político estadounidense, al ocupar la tercera posición de poder, detrás del presidente y el vicepresidente.

Que Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, es el rey de todas las fobias, eso no es noticia. ¿Pero qué hará frente a Nancy Pelosi, mujer, defensora de las diversidades sexuales, del programa médico Obamacare, opositora a la guerra de Irak, como lo demostró en el ejercicio del poder a inicios de este siglo, quien encarna la promoción de todas sus aversiones?

La Pelosi asumió el pasado jueves como presidenta de la Cámara de Representantes, lo cual la hace la mujer más poderosa en el sistema político estadounidense, al ocupar la tercera posición de poder, detrás del presidente y el vicepresidente.

De 78 años, la líder demócrata ya había desempeñado el mismo puesto entre el 2007 y el 2011, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar ese cargo, desde donde se le opuso a las políticas del entonces presidente George W. Bush en sus últimos años de mandato.

Acompañó a Barack Obama en el inicio de su primera ordenanza. Durante ese periodo fue una de las artífices de la aprobación del Obamacare, iniciativa de las más criticadas por Trump. Por ello, y más, los republicanos no la ven con muy buenos ojos.

Ya cumplió su primera tarea. La Cámara de Representantes, con mayoría demócrata, ha aprobado la ley para que el Gobierno reanude operaciones, pero sin asignar los fondos para el muro fronterizo que exigía Trump, quien antes había prometido vetar cualquier legislación que no incluya los 5,700 millones de dólares para la construcción del muro en la frontera meridional del país.

Pelosi ocupa una banca por el Condado de San Francisco, California, desde 1987de manera ininterrumpida. Precisamente allí comenzó su carrera política primero como voluntaria y en 1976 trabajó para la campaña presidencial del gobernador de California, Jerry Brown.

A partir de 1981 la cabeza del Partido Demócrata se hizo con la presidencia del mismo en California, y en las elecciones legislativas de 1986 fue la responsable nacional de finanzas de la organización. Un año más tarde llegó al Congreso.

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