La naturaleza malagradecida y clasista de Jaime Chamorro

Las presunciones burguesas y clasistas del director del diario la Prensa, Jaime Chamorro Cardenal, llegan a un grado de prepotencia que lo llevan a ser desde mal agradecido hasta llegar a la bajeza con quienes se preocupan por su salud, tal fue el caso de los médicos, así como el personal del hospital donde fue atendido por neumonía.

 

A pesar que él mismo en un escrito que envió por correo electrónico a sus familiares y amistades, describió su enfermedad de tan violenta al punto de que lo botó, sus quejas e ironías despectivas nunca cesaron en contra del hospital, el médico que lo atendió y otros (enfermeros y personal de limpieza).

El director de La Prensa, en un obligado intento por parecer gracioso, contó en su e-mail una anécdota, atendiendo los ruegos vanidosos de  su esposa Hilda, en la que un enfermero que lo llevaba a tomarse una tomografía  detuvo la camilla para decirle: “Vamos a esperar a su hija”, en referencia a la Argeñala, quien se había retrasado en el ingreso.

La despedida de Jaime Chamorro Cardenal no pudo ser más grosera, incluso para su esposa, puesto que al final del escrito expresa que si de casualidad le llegué este correo y no le interesa…le vale, no le importa. Asimismo deseó Feliz Navidad a sus familiares y amistades, “eso si no se acaba el mundo el 21 de diciembre, fecha que cumple años Hilda”.

Este es el documento recibido por Nicaleaks:

 

A todos

El día que mi padre cumplió 60 años de fallecido, día también de la Inmaculada Concepción de María, salí del Hospital  Metropilitano  y asistí a misa para agradecerle al Señor y a su Santísima Madre que me tenían allí de nuevo entre los vivos.

Lo que me aquejó y me botó  fue  una Neumonía, que me comenzó el lunes 3 de Diciembre y que fue tan violenta,  que tres días no comí y no tenía ánimo ni de mover una almohada mal puesta.

La mayoría de ustedes ya me fueron a ver al hospital,  o me llamaron por teléfono, lo cual agradezco con todo mi corazón, pero les escribo porque deben de haber muchos que no saben, y muchos más  que viven fuera del país.

No quiero aburrirlos contándoles todo lo que sucedió en el hospital, pero no puedo dejar pasar una  anécdotas, por súplica y ruego de Hilda que me pidió que cuidado no la contaba, los doctores dispusieron hacerme una  Tomografía  Axial Computarizada y el aparto del hospital tenía una tarjeta mala,  que dijeron tardaba tres días en llegar así que me enviaron en ambulancia  con pito y todo a otro hospital, me acompañó Hilda y en un momento,  mientas me llevaban en la camilla hacia la ambulancia Hilda se quedo atrás y el camillero paró y me dijo:- “Vamos a espera a su hija”…. Hay  otras anécdotas que fueron censuradas por la “hija”

 Lo demás es lo que  siempre sucede en un hospital, llegan a las cinco de la mañana a sacarte la sangre porque el doctor llega a las siete y media y debe de encontrar los resultados, entran a cada rato, una limpia y otra ensucia,  así que estas líneas no son para narrar mi estadía en el hospital solo pretenden  agradecer profundamente a todos los que estuvieron pendientes de mí  y para poner al tanto a los que no supieron por estar fuera del país o andan en la luna.

Y si a alguien le llega este correo y no le interesa….pues ni me importa! Muchas saludes  y  Feliz Navidad, eso si no termina el mundo el  21 de Diciembre, día del cumpleaños de Hilda! Los saluda su papá su suegro su hermano y amigo.

Jaime Chamorro

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