Las claves de la 62.° cumbre del Mercosur

Los presidentes del bloque suramericano se reunieron en Puerto Iguazú, Argentina, y trazaron la agenda para los próximos meses. 

Los presidentes del Mercado Común del Sur (Mercosur) celebraron este martes una nueva cumbre del bloque en Puerto Iguazú, en la provincia argentina de Misiones, donde se abordaron temas clave para la integración y expansión económica regional.  

Más allá de las diferentes posiciones, los mandatarios de Argentina, Alberto Fernández, Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, Paraguay, Mario Abdo Benítez, y Uruguay, Luis Lacalle Pou, ratificaron la intención de concretar el acuerdo con la Unión Europea (UE), que ya lleva dos décadas de negociaciones.  

Sin embargo, el documento final emitido tras la cumbre lleva la firma de todos los mandatarios menos el de Uruguay, país que decidió publicar un texto aparte, tal como lo hizo en la cumbre anterior. 

En el comunicado, Montevideo remarca la «necesidad de trabajar para conformar la zona de libre comercio del bloque», con la intención de flexibilizar los estatutos para que los países puedan alcanzar acuerdos bilaterales, sin el consenso del resto. 

Acuerdo con la UE 

Para Fernández, jefe de Estado anfitrión, el bloque latinoamericano fue «el que más cedió» en las bases del entendimiento firmado en 2019 con la UE. En ese sentido, llamó a sus socios a reimpulsar un acuerdo «equilibrado» para «preservar los intereses» de la región y evitar un pacto «desigual». 

 

La posición del argentino coincidió con la de su par brasileño Lula da Silva, quien afirmó que el acuerdo no puede «condenar» a las naciones del Mercosur a ser «el eterno papel de exportadores de materias primas».    

«Me comprometo a concluir el acuerdo con la Unión Europea, el cual debe ser equilibrado y asegurar el espacio necesario para la adopción de políticas públicas a favor de la integración productiva y la reindustrialización», expresó Lula, quien recibió la presidencia ‘pro tempore’ del Mercosur de parte de Argentina. 

Según Fernández, las demoras en la finalización del convenio tienen que ver con «la falta de trabajo de países europeos», y no por «la falta de consenso o vocación de trabajo por parte de los países miembros del Mercosur». 

En contrapunto, Lacalle Pou reclamó acelerar los tiempos del acuerdo con la UE porque «25 de años de negociaciones en el mundo moderno no es lógico», dijo e insistió con la idea de «flexibilizar» las normativas del Mercosur para poder avanzar en otros convenios, aún sin el consenso del resto de los países miembro del Mercosur.    

La postura de Lacalle Pou, que ya generó tensiones dentro del bloque, tiene que ver con su intención de cerrar tratos comerciales con China y Oceanía. Al respecto, ya advirtió que en caso de no obtener el visto bueno del Mercosur, avanzaría en forma «bilateral», idea que ya fue expresamente rechazada por Argentina y Brasil.  

«Nuestra petición no ha sido muy escuchada, pero solo puedo repetir lo que pide nuestro pueblo: que haya flexibilidad, modernización, que nos abramos al mundo» y que «se diga no a la inmovilidad», manifestó.  

Monedas locales  

Asimismo, las autoridades de los principales miembros y los países asociados como Bolivia, en proceso de adhesión y representada por Luis Arce, hicieron hincapié en la necesidad de priorizar el uso de monedas locales en el comercio, para reducir la dependencia del dólar.  

Arce remarcó la «necesidad de reducir la dependencia del dólar» que «limita las opciones de financiamiento y posibilidades de acceso a los mercados internacionales». 

Ya en la reunión de cancilleres y ministros de Economía realizada este lunes, en la apertura de la cumbre, el titular de Hacienda y candidato a presidente argentino, Sergio Massa, se refirió a la idea de adoptar una «moneda común» para la alianza regional. 

«El uso de monedas locales nos evita ser rehenes de los ‘shocks’ externos y nos da mayor capacidad de desarrollo económico en la región, mucho más cuando entendemos que los temas de seguridad alimentaria y energética son parte de la agenda global de los próximos diez años y que esta región y este bloque tienen un papel central para jugar en la producción de proteínas y en lo que respecta al abastecimiento energético», enfatizó el ministro, recoge la agencia Télam.  

Nuevos socios 

Otro de los puntos que fueron expuestos en la cumbre es el avance de las negociaciones con nuevos socios como China, Indonesia, Vietnam y países de Centroamérica y el Caribe, manifestó el presidente de Brasil. 

Lula también anunció que quería «avanzar en los acuerdos en negociación con Canadá, Corea del Sur y Singapur», porque «la proliferación de barreras comerciales perpetúa las desigualdades y perjudica a los países en desarrollo». 

Para el mandatario brasileño, además, aún hay espacio para mejorar los acuerdos comerciales con Chile, Colombia, Ecuador y Perú, que son Estados observadores del bloque. «Retomaremos una ambiciosa agenda externa para ampliar el acceso a los mercados de nuestros productos de exportación», dijo al respecto. 

Tras finalizar la cumbre, la primera que pudo concretarse en forma presencial tras la pandemia de coronavirus, los presidentes emitieron un comunicado conjunto en el que expresaron su compromiso de continuar «fortaleciendo al Mercosur a través de la superación de las asimetrías existentes entre los Estados partes y Estados asociados y reiteraron, con especial énfasis, la necesidad de generar instrumentos comunes que garanticen la fluidez del comercio bajo principios y reglas transparentes». 

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