Las dos Nicaraguas

Mientras la oposición en Nicaragua dibuja un país caótico y sumido en la desesperación por culpa de la presunta “dictadura” sandinista, representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) iniciaron el lunes una «visita técnica» como preludio de su retiro tras comprobar el éxito que ha tenido la economía pinolera.

 

A pocos meses de las elecciones generales, medios de comunicación de la derecha y representantes de grupos políticos como el MRS, PLI y ONG opositores como el CENIDH y CPDH, pretenden hacer creer que vivimos en una sociedad al borde de la catástrofe, cuando lo cierto es que seguimos siendo una de las naciones más seguras del mundo.

No solo el FMI –paradójicamente ahora odiado por aquellos que nos lo ponían como receta-, han visto los cambios positivos en Nicaragua. Numerosos inversionistas están colocando sus capitales en nuestro país y la confianza es tal, que contamos hasta con famosas firmas de moda que jamás habían osado poner sus ojos sobre nuestra pobreza y otrora inestabilidad.

Reconocimientos que les duelen

Hace casi un mes, el FMI anunció su retiro del país debido al éxito de esta nación «en mantener la estabilidad macroeconómica y el crecimiento (económico)».

«Nos encontramos haciendo una visita técnica corta de una semana», dijo el jefe de la misión del FMI, Gerardo Peraza, en conferencia de prensa.

Por supuesto que este tipo de declaraciones les duele en el alma a los grupos políticos que organizan marchas financiadas con miles y hasta millones de dólares desde el exterior, para crear la imagen de un país convulsionado por las protestas, cuando lo cierto es que aparte de la dirigencia de los MRS, PLI, CENIDH y similares, aquí todo el mundo anda tranquilo.

Si este fuera un gobierno derechista con gobernantes de los grupos opositores, el anuncio del FMI habría sido celebrado con bombos y platillos, sin embargo, en este caso lo mastican pero no lo tragan debido a que contradice todos sus planteamientos en torno al supuesto fracaso de la gestión del presidente Daniel Ortega.

La nueva misión

La misión del gobierno sandinista, ahora, es mejorar las condiciones de la población menos favorecida, esa que fue hundida en la miseria por los gobiernos neoliberales y que actualmente empieza a gozar de los planes de desarrollo impulsados en su favor.

Sí, es algo que jamás interesará a la derecha. ¿Qué saben ellos de los habitantes de los barrios pobres de Managua o de los campesinos de zonas históricamente olvidadas? A esos solo los conocen como empleados mal pagados o como peones de sus latifundios.

Congratulémonos, pues, de los progresos que está teniendo el país, y si los perros siguen ladrando… es porque seguimos avanzando.

 

 

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