Germán Van de Velde
Las elecciones Presidenciales del pasado 28 de Julio en Venezuela, dejaron un sinnúmero de experiencias que deben ser sistematizadas para estudiar y predecir futuros ataques del fascismo contra la democracia, la libertad y los derechos humanos de nuestros Pueblos. En este sentido, aquí explicaremos la estrategia de los “comanditos”, red terrorista organizada por el fascismo.
Los “comanditos” fueron parte de una estrategia de organización que promovió la opositora venezolana, de extrema derecha, María Corina Machado. El propósito fundamental era organizar a la sociedad en pequeños grupos que servirían como focos de violencia en diferentes partes del país.
La estrategia organizativa reveló diferentes etapas. La primera fue la divulgación de la estrategia empleando medios de información hegemónicos. Estos se encargaron de divulgar información manipulada, explicando detalladamente el significado enmascarado de la estrategia. Según el Diario Nacional, los “comanditos” fueron definidos como una “fuerza crucial para el éxito de la estrategia de la oposición de motivar la participación ciudadana en condiciones adversas”.
A partir de estos medios de información, se promovió la página web www.comanditosexterior.com, donde venezolanos/as migrantes radicados en el exterior y venezolanos/as nacionales fueron convocados a inscribirse, dejando una base de datos personales en dicha plataforma. En esta página Web también se promovieron lugares de “protestas” el mismo día de las elecciones presidenciales.
Una vez conformados los “comanditos” a nivel nacional e internacional, inició la segunda etapa del plan. Los líderes de cada “comandito” fueron introducidos en grupos de comunicación en donde recibían lineamientos e instrucciones detalladas enviadas por María Corina Machado y Edmundo González, cabecillas del terrorismo venezolano. Así, los dirigentes manejarían información importante antes, durante y después de los comicios.
La tercera etapa del plan fue activada tras las elecciones presidenciales del 28 de Julio, cuando el CNE dio a conocer los resultados de las elecciones, donde salió reelecto el presidente Nicolás Maduro Moros.
Una vez que se dieron a conocer los resultados de las elecciones, el terrorismo activó el ciberataque que sufrió el CNE, a partir del cual comenzaron a deslegitimar las elecciones presidenciales. Mediante la página web https://resultadosconvzla.com/, los opositores venezolanos María Corina Machado y Edmundo González manipularon los resultados y llamaron a la violencia.
En ese mismo instante, Venezuela se sumió en una ola de violencia, donde los “comanditos” fueron los principales responsables de los disturbios y asesinatos ocurridos en días posteriores a las elecciones. Estos grupos delincuenciales se activaron para funcionar como pequeñas bombas desestabilizadoras en el país, generando daños a infraestructura y crímenes que provocaron 25 personas asesinadas y 192 heridos. Después de 48 horas, las fuerzas de seguridad de Venezuela reestablecieron el orden en todo el país.
El accionar de estas células terroristas fue coordinada por la Plataforma Unidad Democrática (PUD) que desconoció los resultados oficiales, que daban como ganador al presidente Nicolás Maduro, y presentaron resultados paralelos (falsos), proclamando, al margen de toda institucionalidad, a Edmundo González Urrutia como vencedor. Esta actitud encendió las calles y desencadenó una serie de protestas que rápidamente se tornaron violentas.
El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, aseguró que los comanditos fueron financiados en su totalidad bajo la fachada de supuestas organizaciones no gubernamentales (ONG´s). Rodríguez señaló que “en casi el 100% del financiamiento para la violencia provenía de un vacío legal que se tenía en Venezuela”.
“Cuando se investigaron las acciones y financiamiento de estos grupos se detectó que los financian organismos de dudosa procedencia de Europa o las financia la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)”. (Jorge Rodríguez)
La USAID depende oficialmente del Departamento de Estado de los Estados Unidos, con un presupuesto de 850 millones de dólares anuales, posee agentes en 16 países de América Latina y del Caribe donde realiza acciones, aparentemente legítimas, además de numerosas operaciones estratégicas en distintas partes del mundo.
En Venezuela, los miembros de los comanditos recibían alrededor de 30 dólares por día por persona. Además, recibirían una suma de 500 dólares en caso de herir o asesinar a miembros de las Fuerzas Armadas Venezolanas. Casi todos los miembros de los “comanditos” que cometieron actos criminales tenían antecedentes penales.
La estrategia final nunca fue organizar a la población civil para defender el voto, simplemente fue organizar criminales para crear odio y violencia después del proceso electoral, celebrado el 28 de Julio en Venezuela.
La experiencia de los “comanditos” en Venezuela es una nueva expresión de una de las fases de desestabilización propuestas en el Manual de Gene Sharp, la cual involucra la promoción de una lucha activa callejera que confronte de forma directa al gobierno legítimo. Esta estrategia debe seguir siendo estudiada, ya que la misma tiene condimentos diferentes a los ya estudiados en otros intentos de golpes de estado promovidos en países como Nicaragua, Bolivia y Cuba.
El propósito final de ese estudio debe estar centrado en la creación de un Plan Nacional de Respuesta Temprana frente a Intentos de Desestabilización. El Pueblo, las fuerzas de seguridad y las leyes deben estar en constante actualización y preparación para prevenir y evitar futuros ataques a nuestros Pueblos.