La última vez que Maduro estuvo en el gigante sudamericano fue en 2015, cuando la posesión del segundo mandato de la gobernante Dilma Rousseff (2011-2016).
«Es un placer volver a recibirte. Es difícil concebir que hayan pasado tantos años sin que mantuvieran diálogos con la autoridad de un país amazónico y vecino, con quien compartimos una extensa frontera de dos mil 200 kilométros», declaró Lula tras dar la bienvenida al visitante en el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo en Brasilia.
Según el exdirigente obrero, batalló mucho «con compañeros socialdemócratas europeos, con gobiernos, con gente de Estados Unidos. Pensaba que era lo más absurdo del mundo, para la gente que defiende la democracia, negar que usted era presidente de Venezuela, habiendo sido elegido por el pueblo», remarcó.
Lula alertó que el prejuicio sobre Maduro continúa. «El prejuicio contra Venezuela es muy grande. Cuántas críticas hemos sufrido aquí durante la campaña por ser amigo de Venezuela».
Afirmó, además, que Caracas necesita divulgar su narrativa sobre la situación política y económica del país para hacer frente a las construidas por opositores en el escenario internacional.
«Creo que corresponde a Venezuela mostrar su narrativa, para que efectivamente pueda hacer cambiar de opinión a la gente. (…) Es necesario que construya su narrativa, y creo que por todo lo que hemos hablado, su narrativa será mejor que la narrativa que han contado en contra de usted», sugirió el extornero mecánico en el habla directamente a Maduro.
Consideró inexplicable que un país tenga 900 sanciones porque a otro no le gusta. «Creo que está en sus manos, compañero (Maduro), construir su narrativa y dar vuelta a este juego para que Venezuela vuelva a ser un pueblo soberano, donde solo su pueblo, a través de votación libre, decir quién va a gobernar el país», subrayó.
En el mismo contexto, Maduro luego habló con Lula y también manifestó su intención de profundizar las relaciones entre Brasil y Venezuela.
Señaló que su país está «de puertas abiertas» y «con plenas garantías» para el empresariado brasileño.
«Amamos la historia del pueblo brasileño, la fuerza y la alegría espiritual. Que nadie más cierre la puerta. Brasil y Venezuela tienen que estar unidos, de aquí en adelante y para siempre», recalcó.
Junto a otros 10 líderes sudamericanos, Maduro participará mañana en esta capital en una cumbre, convocada por Lula, para reforzar la integración y revalorizar el rol de la región en el panorama internacional.