Las manecillas simbólicas del denominado Reloj del Juicio Final se acercaron lo más posible en 2023 a la medianoche nuclear, que significa la muerte de la humanidad en una catástrofe global, declaró Rachel Bronson, directora del Boletín de los Científicos Atómicos, en una ceremonia en línea.
«Estamos adelantando el reloj hasta la medianoche nuclear más cerca que nunca. Faltan 90 segundos para la medianoche», afirmó Bronson.
El Reloj del Juicio Final apareció por primera vez en la portada del Boletín de Científicos Atómicos en 1947. El tiempo que falta para la medianoche simboliza las tensiones internacionales, la propia medianoche significa el momento de un cataclismo nuclear. En los últimos años, las manecillas no han hecho más que avanzar.
El año pasado, las agujas permanecieron en el mismo lugar que en 2021, mostraron 100 segundos para la medianoche nuclear.
En 2020, las manecillas se adelantaron 20 segundos para indicar que faltaban 100 segundos para la medianoche nuclear, lo más cerca que el reloj había estado nunca de la medianoche nuclear. Las manecillas permanecieron en la misma posición en 2021. En 2018 y 2019, el Reloj del Juicio Final estaba a dos minutos de la medianoche. Fue el mismo momento en 1953, después de que EEUU y la URSS probaran las bombas de hidrógeno.
La época más tranquila fue 1991, cuando las manecillas se alejaron 17 minutos del cataclismo nuclear. Por aquel entonces, la URSS y EEUU firmaron el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas [START I], concebido para reducir el número de cabezas nucleares de reserva y desplegadas en los arsenales de ambos países, así como el número de sus portadores: misiles balísticos, bombarderos lanzamisiles y submarinos.
Rusia lanzó la operación militar especial en Ucrania en respuesta a la solicitud de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, para que se les preste ayuda frente al genocidio por parte de Kiev.
Según Moscú, EEUU y otros países de la OTAN se implicaron en el conflicto con el envío de grandes cantidades de armas a las tropas ucranianas, que desde mediados de febrero intensificaron sus ataques contra los civiles de las repúblicas de Donbás.
Rusia envió a los países de la Alianza Atlántica una nota relativa a los suministros de armas para Ucrania, en la que el canciller ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que cualquier cargamento que incluyera armas destinadas para Kiev se convertiría en blanco legítimo para las tropas de Rusia.
La Cancillería rusa declaró que los países de la OTAN «están jugando con fuego».
Fuente: Sputnik