Más de una treintena de refugiados y migrantes de diversa procedencia fallecieron este martes en aguas del mar Egeo al hundirse las embarcaciones en que trataban de alcanzar la isla griega de Lesbos desde la costa turca. Según informaron los medios turcos, entre los muertos hay al menos tres niños –uno de ellos de tan solo dos años– y una mujer embarazada de 6 meses.
Las tragedias vividas a las puertas de Europa durante el pasado año no se han detenido con la llegada del 2016 ni debido a las pésimas condiciones atmosféricas reinantes en Turquía estos días. Pese a los fuertes vientos y el intenso frío que azotan la costa oeste del país euroasiático, los botes hinchables en los que viajaban varias decenas de refugiados y migrantes se hicieron a la mar en la madrugada del martes con el objetivo de llegar a territorio de la Unión Europea. Aunque se desconoce cuántas embarcaciones se hundieron, los medios turcos informaron de que se produjeron al menos dos incidentes separados.
El primero ocurrió en aguas turcas a la altura de la localidad de Altinova (provincia de Balikesir), donde fueron recuperados 24 cadáveres, algunos de los cuales llegaron hasta la costa. “Oímos que una barca se hundió y golpeó en las rocas. Supongo que esta gente murió cuando trataban de nadar desde las rocas (a la playa). Hemos venido a ayudar como ciudadanos”, explicó un testigo citado por la agencia Reuters. Otros ocho cuerpos sin vida fueron encontrados en las playas de Dikili (provincia de Esmirna), en un segundo hundimiento ocurrido una veintena de kilómetros al sur del primero. Los medios locales llamaron la atención sobre la mala calidad de los chalecos salvavidas utilizados por las víctimas del naufragio y la agencia de noticias turca DHA aseguró que algunos estaban rellenos de “productos de desecho”.
Solo se tiene noticia de doce supervivientes, algunos de ellos pudieron nadar hasta la costa y otros fueron rescatados por la Guardia Costera de Turquía, que mantuvo desplegado un importante operativo de salvamento hasta la noche. Se teme que el número de fallecidos –que diversas fuentes han situado entre 31 y 36– aumente en las próximas horas ya que uno de los refugiados que logró sobrevivir afirmó a la agencia turca IHA que en una de las barcas siniestradas viajaban 40 personas. Si bien no se ha dado información oficial sobre la nacionalidad de los fallecidos, el prefecto comarcal Namik Kemal Nazli aseguró que entre las víctimas del naufragio se hallaban ciudadanos “iraquíes, argelinos y también sirios”.
De acuerdo con DHA, algunos de los supervivientes aseguraron que su bote había llegado muy cerca de la isla de Lesbos, pero fue obligado por los guardacostas griegos a regresar a aguas turcas, tras lo cual las fuertes olas y el viento volcaron la embarcación. Una fuente de la Guardia Costera Helena consultada por este diario negó ese extremo y aseguró que “todo ocurrió en aguas turcas” y que “ninguna embarcación griega participó en el incidente” ni le fue solicitada su ayuda en las labores de rescate.
El pasado año, un millón de refugiados y migrantes llegaron por mar a la UE, de los que 800.000 lo hicieron a través del Egeo. Según la Organización Internacional de las Migraciones, 3.771 personas se ahogaron en aguas mediterráneas tratando de alcanzar las costas europeas. “Vemos que los flujos migratorios continúan durante el invierno, y obviamente también se siguen produciendo muertes”, explicó el martes el portavoz de esta institución, Joel Millman.
Las patrulleras de los guardacostas turcos rescataron en 2015 a 86.462 personas que trataban de llegar ilegalmente a las islas griegas, según datos facilitados esta semana por el Gobierno. Ankara y Bruselas firmaron el mes pasado un pacto para que Turquía incremente los controles, evite la salida de más refugiados y acepte a los indocumentados que accedan a territorio comunitario a través de sus fronteras –a cambio, recibirá 3.000 millones de euros y se eximirá de la necesidad de visado a los turcos que visiten la UE-, pero las rutas migratorias son flexibles y los traficantes cambian constantemente los puntos desde los que zarpan las pateras a lo largo de la accidentada costa de Turquía.