El rechazo de Kiev a «la mano de misericordia cristiana» que le tendió Moscú por Navidad muestra que las autoridades ucranianas «son cerdos sin fe», afirmó el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev. Al mismo tiempo, el político cree que es «un alivio» para los militares rusos porque significa menos «problemas e hipocresía».
El político sugirió que la mayoría de las tropas rusas que participan en la operación militar especial «respiraron aliviados al escuchar que los principales payasos ucranianos rechazan cesar el fuego en Navidad».
El vicepresidente del Consejo de Seguridad añadió que «la abuela analfabeta alemana [la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena] Berbock y algunos otros perros guardianes de la pocilga europea se las arreglaron para parlotear sobre la inaceptabilidad de un alto el fuego».
Por una orden del presidente Vladímir Putin, el Ministerio de Defensa ruso dio instrucciones a las tropas para cesar el fuego por 36 horas a partir de las 12:00 (GMT+3) horas de este 6 de enero a lo largo de la línea que les separa de las fuerzas ucranianas.
Rusia llamó a la parte ucraniana a que también imponga un alto el fuego, para que los creyentes puedan visitar las iglesias en la Nochebuena y la Navidad que los cristianos ortodoxos celebran el 6 y el 7 de enero.
El 5 de enero, el máximo jerarca de la Iglesia ortodoxa rusa, patriarca Kiril, instó a las partes del conflicto a cesar las hostilidades en estas fechas.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, rechazó sumarse a la tregua alegando que Rusia busca aprovechar la Navidad ortodoxa para frenar el avance de las tropas ucranianas en Donbás.