Ni conocía a delincuentes y los puso como que eran de la CGN

Erwing Alaniz Benavides, hijo de un contrarrevolucionario que ensangrentó el país en los años 80.

Desesperación le entró al narcoestafador Gerardo Sánchez, tras recibir fotos del recluta Erwing Alaniz Benavides -hijo de un ex contrarrevolucionario en los años 80-, de una banda de delincuentes cuyos miembros se hacían pasar por rearmados a fin de justificar sus violaciones, robos, abigeato y narcotráfico.

Era lo más próximo que miraba y sabía el narcoestafador de gente armada y de inmediato pidió le permitieran publicarlas. Subió informaciones haciéndolos aparecer como de combatientes de su virtual Coordinadora Guerrillera Nicaragüense (CGN).

Ni siquiera sabía de qué banda delictiva le hablaban, por lo que preguntó si podía poner que era de la inventada CGN. Y así le puso.

Pero no es Alaniz quien tomó las fotos, sino un sujeto de nombre Guillermo Acuña, un colaborador de las bandas de antisociales que se movilizan desde hace muchos años en sectores montañosos de Nicaragua.

Algunos son ex Contras que no aceptaron la desmovilización e hicieron del delito su modus vivendi. Algunos han sido detenidos y vueltos a liberar tras cumplir cortas condenas, a como ocurrió con el mismo narcoestafador Gerardo Sánchez.

Aquí un trozo de la conversación del narcoestafador y el hijo del contrarrevolucionario:

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