El ministro de Fomento, Industria y Comercio de Nicaragua, Orlando Solórzano, afirmó que el país ha recuperado la normalidad y está en proceso de recuperar como prioridad los niveles de empleo.
Al hablar durante la octava edición del cónclave India-América Latina y el Caribe, efectuado en esta capital, Solórzano dijo que el énfasis está en las actividades económicas más afectadas, las Pymes, los Servicios y ciertas actividades productivas y comerciales.
El diálogo con los sectores productivos y comerciales no se ha interrumpido; y continúa funcionando el modelo de alianzas y consensos con los actores económicos, como principio e instrumento de desarrollo económico y social, detalló.
Asimismo, aseguró que la estructura productiva y exportadora se encuentra intacta y en operación, las exportaciones totales de bienes del país entre enero y agosto 2018, crecieron en 1.7 por ciento respecto al mismo período del 2017.
Todo a pesar de los efectos de los actos violentos provocados entre abril y julio; y de la disminución de los precios internacionales de algunos productos agropecuarios de exportación tradicional, acotó.
El titular nicaragüense remarcó que la nación centroamericana está abierta al comercio internacional y a las inversiones, con niveles arancelarios a la importación, nominal del 6.5 por ciento y efectivo de 1.2 por ciento.
Fue calificado por la OMC en 2013, como una “joya del comercio internacional; ‘país abierto al tránsito internacional, creciendo con estabilidad, seguridad, paz social; y en alianzas del sector público, con los sectores privados y trabajadores”, añadió.
Solórzano reconoció que Nicaragua fue sorprendida por una confabulación y recordó que la Cepal había calificado a su país como una economía de “alta transición” de grado 7, de pasar de un crecimiento de 5 por ciento en 2017, a estimarse por la CEPAL en 0.5 por ciento para el 2018’.
Sostuvo que “entre abril y julio de este año Nicaragua fue sorprendida por una confabulación, dirigida a subvertir la institucionalidad del país, que generó violencias, muertes, destrucción y sufrimiento para nuestro pueblo”.
Agregó que nuestro Gobierno practica el diálogo y la negociación, por principio, como instrumento para preservar la paz, no como instrumento de intervención externa en los asuntos internos del país, que debemos resolver los propios nicaragüenses.