Marcela Rivera | Sputnik
Nicaragua mejoró su entorno para hacer negocios de capital internacional al posicionarse como una de las naciones con menos obstáculos para el desarrollo de las inversiones extranjeras, según el Índice Global de Complejidad Corporativo 2024 (GBCI, por sus siglas en inglés), que examina los desafíos de 79 economías del mundo.
La directora de la Secretaría para las Inversiones y Exportaciones (Spiex), Karina Mejía, explicó a Sputnik que el índice elaborado por TMF Group analiza la gestión de los capitales extranjeros de acuerdo a 292 indicadores que examinan normativas jurídicas, fiscales, financieras y administrativas de empresas, que han encontrado en Nicaragua un clima de «tranquilidad y seguridad» para su establecimiento y expansión.
«En esos 292 indicadores está el tiempo que una empresa tarda en constituirse, los procesos que tienen que cumplir en materia legal, el pago de impuestos, pagos de nómina; también incluye la tranquilidad que tiene un inversionista en desarrollar sus negocios en Nicaragua, el tema de seguridad es muy importante y nos ha posicionado desde hace muchos años como un país donde es más fácil hacer negocios, un destino adecuado para las inversiones», sostuvo Mejía.
La undécima edición del GBCI, publicada en la primera semana de junio de 2024, revela que Nicaragua ascendió 35 peldaños del ranking global en los últimos dos años y la sitúa como la segunda nación de Centroamérica, después de Honduras, con más facilidades para la inversión extranjera.
Una mejor posición
«En 2022 nos situamos en la posición 18, en el 2023 en la posición 26 y este año en la posición 53 de un total de 79 países, en este índice la posición 1 corresponde al país con más complejidad para hacer negocios y el número 79 el de menor complejidad», explicó la funcionaria nicaragüense.
Mientras Nicaragua mejoró su posición en el ranking del GBCI en Centroamérica, considerada una región de «complejidad media», el Banco Central de este país registró un alza del 37,57% en la actividad económica de la inversión de capital internacional.
«La inversión extranjera directa [IED] bruta registró 2.534,5 millones de dólares [$1.842,3 millones en 2022] equivalente a 14,2% del PIB, debido al aumento en las inversiones en el sector de industria, energía y minas, y comercio y servicios», detalló el Banco Central de Nicaragua en su Informe Anual 2023.
Mejía explicó que el buen desempeño de las inversiones extranjeras en la economía de Nicaragua en 2023, es el resultado de la dirección de la política de promoción de las exportaciones, sostenida en un marco jurídico que se corresponde con las leyes nacionales y las normativas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Trato igualitario a los inversionistas
Asimismo, destacó otros factores de reducción de complejidades, como el cumplimiento de los procesos de gestión aduanera para facilitar la dinámica del inversionista y los incentivos fiscales para los empresarios internacionales que desarrollan sus empresas en Nicaragua.
«Tenemos un marco legal que nos apoya en la promoción [de las IED], tenemos una ley de inversión extranjera que define un trato igualitario a los inversionistas, tanto nicaragüenses como extranjeros, y eso marca una pauta; adicionalmente tenemos leyes específicas para sectores priorizados por la estrategia de Gobierno, que incluye energía renovable, régimen de zona franca, pesca y acuicultura, régimen de admisión temporal para las exportaciones e incentivos fiscales», manifestó Mejía.
La naturaleza de la inversión extranjera directa en este país centroamericano implica el desembolso de recursos externos en el país receptor, para el financiamiento de las empresas exportadoras.
«Tiene que ver con el origen de los fondos. Los fondos tienen que venir de países externos. El Banco Central es quien cuenta con una metodología, tanto de registro de los flujos de inversión y los flujos netos, es decir, cuánto realmente queda como inversión en el país y cuánto sale como ganancia para las sociedades», explicó la especialista.
Para la captación de las IED, Nicaragua cuenta con el régimen especial de zona franca, el régimen de admisión temporal y régimen aduanero nacional.
Durante 2018 y 2021, Nicaragua vio reducir el ingreso de sus recursos debido al retiro de las inversiones extranjeras que se vieron atemorizadas por el golpe de Estado fallido y, posteriormente, por el golpe económico que provocó la pandemia del COVID-19.
Mejía confirmó a Sputnik que el alza en los ingresos por las inversiones extranjeras directas, se deben al retorno de esos capitales y de nuevas inversiones provenientes de Latinoamérica y Asia, principalmente.
«Nicaragua comenzó a incrementar la IED, es decir, los inversionistas solo pararon, vieron cómo se desarrollaba el intento [del golpe] que gracias a Dios fue fallido, porque nosotros realmente tenemos una política que logró controlar estos intentos de atacar la soberanía de nuestro país, entonces ya a partir del 2021, a pesar de los efectos de pandemia, nosotros comenzamos a ver el incremento de las IED», añadió.
«¿Qué es lo que probablemente pasó? Se hizo una pausa y las empresas no solo que venían a instalarse, sino las empresas que ya estaban establecidas volvieron a hacer la inversión, eso es algo muy interesante, o sea nosotros no solo estamos haciendo que vengan nuevas empresas, sino que estamos haciendo que las empresas que ya están establecidas hagan una diversificación de su producción, agreguen valor y adicionalmente hagan reinversiones», puntualizó.
Nicaragua es un país mayoritariamente agrícola y de extracción minera. Frente a esta realidad, sus autoridades se plantean el desarrollo del valor agregado para sus productos de exportación, principalmente alimenticios, así como la disponibilidad de tecnologías para reducir las complejidades para la inversión extranjera directa.
Centroamérica es el principal destino de las exportaciones nicaragüenses. Los países vecinos son los compradores de la carne bovina, los lácteos, frijoles y otros granos que posteriormente son exportados con valor agregado al mercado internacional; sin embargo, Mejía afirmó que su país trabaja en una estrategia de agroindustrialización para agregar valor a su producción y a la cadena de suministros.
«Estamos apostando a la agregación de valor. Nosotros somos un país agrícola, pero tenemos todas las condiciones para ir desarrollando nuestro agronegocio. Por ejemplo, el aceite. Nosotros importamos aceite refinado, pero somos productores de aceite crudo. Existen oportunidades en otros sectores como el sector lácteo [para] que no solo vendamos la leche, vendamos yogur, vendamos queso, etcétera», planteó la funcionaria de Nicaragua.
La titular de la Spiex señaló que la estrategia gubernamental para atraer a la inversión extranjera se basa en el desarrollo del recurso humano para mejorar sus condiciones de vida y su preparación para el acceso a la tecnología demandada y el incremento de la productividad esperada.
«La idea del Gobierno es que nosotros tenemos que mejorar la economía de nuestro pueblo por medio del apoyo de inversiones responsables, que vengan a cuidar las condiciones medioambientales, que vengan a desarrollar procesos productivos sostenibles y sobre todo, que vengan a generar empleos de calidad», puntualizó Mejía.
Los principales capitales de IED en Nicaragua provienen de Estados Unidos, Panamá, México y España, de acuerdo a la Secretaría para las Inversiones y Exportaciones.