Francisco Beca Casanova, general retirado que en un grupo de WhatsApp junto a otros miembros del ejército alabó al dictador Francisco Franco, y manifestó su deseo de fusilar a 26 millones de personas, podrá brindar, ya que la Justicia no ve «delito de odio» en tal wp. Es «libertad de expresión», dice.
Para el Ministerio Fiscal, «no concurren elementos que permitan inferir que el chat fue creado al objeto de promover, fomentar o incitar al odio, la hostilidad o la violencia hacia un colectivo de los expresamente contemplados como grupo», por lo que ha descartado un posible delito de odio.
A su juicio, se trata solamente de un chat privado «donde los integrantes exponen con libertad sus opiniones a los demás partícipes» sin que exista voluntad alguna «de dar publicidad a las mismas fuera de dicho grupo y en la confianza de estar entre amigos».
La Fiscalía dice que «los términos utilizados podrán reputarse inapropiados, excesivos y desafortunados, pero no nacieron con voluntad de publicidad, por lo que la intencionalidad de los mismos no puede ser equiparada a actos materiales del mundo exterior, sino más bien a una forma de expresar un descontento con la situación política actual».
La libertad de expresión, que «alude a la emisión de juicios personales y subjetivos, creencias, pensamientos y opiniones y la veracidad no entra en juego, puesto que las ideas y opiniones no pueden ser calificadas como veraces o inveraces en una sociedad democrática avanzada», ha indicado, sin recordar a Pablo Hasél.