El presidente Daniel Ortega indicó el martes que continúa en pie el compromiso histórico con el pueblo de hacer realidad el Gran Canal Interoceánico de Nicaragua, que permitiría darle un mayor desarrollo al país y mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía.
En declaraciones brindadas durante el acto del 39 aniversario de la fundación de la Fuerza Naval, Ortega subrayó que “no se ha renunciado a este proyecto”. “Nosotros no hemos renunciado, al contrario tenemos con el pueblo nicaragüense, históricamente, tenemos el compromiso de que se haga una realidad el canal por Nicaragua”, reiteró.
Asimismo, afirmó que se ha venido trabajando y que se está en una nueva fase de preparar nuevamente los estudios medioambientales, que ya habían sido presentados, pero había que hacer ajustes.
“No estamos hablando de una obra que venga a afectar, a dañar, más bien viene a fortalecer el comercio global y viene a darle a Nicaragua una fuente de recursos que permitiría un mayor desarrollo, un mayor crecimiento y por lo tanto mejorar las condiciones económicas de todas las familias nicaragüenses.
“Es lo que quería recordar, porque de repente, pues, como poco hemos hablado del canal en estos tiempos, recordar que está nuestro compromiso de seguir trabajando por la construcción del Canal por Nicaragua”, confirmó el mandatario.
Daniel sostuvo que la idea del Canal Interoceánico es producto de estudios históricos y actuales que refrendan la necesidad económica nacional y mundial de contar con una nueva vía marítima que acorte las distancias entre los continentes.
Agregó que el Gran Canal “es un proyecto que tiene el respaldo de la inmensa mayoría de los nicaragüenses”.
Mostró documentos que recordaban que el entonces presidente de Estados Unidos, Stephen Grover Cleveland, se dirigió al Congreso Norteamericano para remitir los estudios hechos por ingenieros de la Fuerza Naval del ejército de esa nación sobre la viabilidad de esta obra.
“Lo hicieron en la ruta que se consideraba en aquellos tiempos que era la ruta natural para el canal, que era entrando por el río San Juan, cruzando por el lago y haciendo un corte de unos 14 kilómetros por el istmo de Rivas hasta llegar a Brito (…) hicieron el estudio. ¿Le pidieron permiso al pueblo de Nicaragua? No, simplemente la decisión fue de que Estados Unidos necesitaba un canal y le habían puesto el ojo a Panamá y Nicaragua, porque eran los puntos que lucían con las mejores condiciones para poder construir el canal.
“Y ya de hecho habían funcionado como canal durante la fiebre del oro en los Estados Unidos, cuando se transportaban miles de familias de la costa este hacia la costa oeste cruzando territorio norteamericano, corriendo miles de riesgos, de peligros, había todavía resistencia indígena, había bandidos, asaltantes, desiertos.
“Entonces, empezaron empresas norteamericanas muy hábiles, empezó la empresa de Cornelius Vanderbilt que dijo: aquí está la oportunidad, realmente con un gran visión como empresario el tipo y organizó la ruta de tránsito por Nicaragua y salían los barcos desde Nueva York con los pasajeros hacia el puertecito que existía en el río San Juan”, recordó.
Nicaragua, un punto estratégico
“Miles de norteamericanos cruzaron por Nicaragua y se abrió otra ruta también por Panamá, más al sur. La ruta de Nicaragua estaba más al norte, más próximo, pero es que ya antes, desde que llegaron los españoles a apoderarse de estas tierras y a imponer sus culturas y a explotar a la población originaria a los indígenas, ya antes se empezó a dar la lucha con los ingleses.
“Porque los ingleses querían apoderarse de Nicaragua y ¿por qué, si aquí no había grandes minas de oro, que era lo que más buscaban en esa época los colonizadores o buscaban plata? Porque tanto los ingleses como los españoles lo decían con toda claridad en aquellos años: decían que el que domine esta ruta por Nicaragua va a dominar toda América Latina, lo miraban como un punto para una expansión global en toda la región. En ese momento, Estados Unidos todavía no tenía toda la potencia para incidir como luego lo hizo y el choque era entre los españoles y los ingleses”, reseñó el presidente.
Subrayó que en ese momento dos potencias se disputaban nuestro territorio que no les pertenecía.
“¿Quién les había dado a ellos a Nicaragua?, ¡ah!, pero ellos disputándose a Nicaragua y los nicaragüenses sometidos a una guerra entre imperios. Luego entraron los Estados Unidos y vino William Walker en el periodo de la ruta del tránsito, pero Walker venía con otras ideas, le interesaba adueñarse de Centroamerica para adueñarse de México y después instaurar de nuevo el poder de los racistas, de los supremacistas en los Estados Unidos.
“Walker pertenecía a las fuerzas que habían sido derrotadas en los Estados Unidos, que no admitían la derrota y los que trajeron a Walker aquí pensaban que traían a un mercenario y no se daban cuenta que traían un ideólogo racista, supremacista y de repente se nombró presidente de Nicaragua y empezó a fusilar a los que lo habían traído y empezó la batalla contra Walker”, recordó.
Canal Interoceánico en Nicaragua no era ninguna locura
Al volver al tema del documento presentado por Cleveland, subrayó que los estudios confirmaban que construir un canal interoceánico por Nicaragua no era ninguna locura y eso era demostrado por la confrontación entre España e Inglaterra por querer dominar la ruta para hacerse dueño de la vía.
“Y luego los Estados Unidos, ya como estado con sus tropas interviniendo en Nicaragua, ocupando Nicaragua, imponiéndole un tratado a Nicaragua para que Nicaragua no pudiese hacer ninguna concesión a país alguno. Era la época en que Estados Unidos decía, a como lo quiere repetir ahora, ‘América para los Estados Unidos’, ¿por qué?, porque no querían la competencia de Europa.
“Entonces, era una época en la que fueron entrando los Estados Unidos, llegaron a acuerdos con los británicos y finalmente, estamos hablando del año 1889, mes de febrero, cuando el presidente Grover Cleveland le hace entrega al congreso de los estudios”.
No hemos renunciado al canal
Mostró los mapas de los estudios hechos por los ingenieros navales norteamericanos durante varios años y fueron presentados al Congreso, que discutió el tema, decidiendo que se construyera por Panamá.
“Esto está lleno, son estudios completos, un estudio completo y ¿acaso se consultó al pueblo nicaragüense?, ¿Acaso se hizo por mínimo respeto, se hizo un convenio para hacer esto y que se tomara en cuenta al pueblo? No. Sencillamente se hicieron los estudios y luego a discutirse allá en Washington, a discutirse allá en los Estados Unidos por dónde iba el canal, si por Panamá o si por Nicaragua, sin preguntarle al pueblo panameño y sin preguntarle al pueblo nicaragüenses, ellos decidiendo allá en Washington”, dijo.
Recordó que en un encuentro de presidentes de Centroamericanos con el entonces presidente Barack Obama, en Costa Rica, conversó de manera informal sobre el tema.
“Estábamos de pie conversando antes de sentarnos para empezar la formalidad. Ya estaba el tema del canal, ya estaba el acuerdo de Nicaragua, ya estaba constituida la autoridad del canal. Entonces las autoridades costarricenses, con su típica práctica de estar siempre buscando pleito contra Nicaragua, ahí estaban gritando contra el canal, todos los días gritaban, nosotros no respondíamos. Todos los días gritaban, nos insultaban, pero nosotros nada ganábamos con ponernos a estar gritando, simplemente hay que hacer –decíamos nosotros.
“Y estaba la presidenta de Costa Rica ahí en la reunión, el presidente Obama, (…) estaba el presidente Martinelli, estaban los presidentes centroamericanos y digamos que me interesaba ver cómo reaccionaban mencionándoles el tema del Canal, y le dije al presidente Obama: ‘Presidente, ya se están empezando los estudios para la construcción del canal por Nicaragua’.
“Él escuchando. ‘…los estamos trabajando con una empresa china y la empresa china está interesada en que participen en esta obra empresas de todo el mundo y en particular empresas norteamericanas, empresas europeas, empresas rusas, es decir, que participe la comunidad internacional ¿por qué?, porque el costo de la obra es altísimo y la empresa lógicamente necesita organizar un gran fondo financiero para poder desarrollar esta obra’”.
Obama escuchó y aunque no hizo comentarios, el presidente Daniel Ortega le manifestó a la entonces presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, que Costa Rica no debía preocuparse porque el Canal no sería construido por la ruta del río San Juan, por ser una zona rica en bosques y humedales y se debía proteger el medio ambiente y no hacerle daño.
“’Entonces se está trabajando –le digo— para que la ruta del canal sea ya hacia el norte, lejos de la frontera por Costa Rica, por lo tanto no tienen por qué preocuparse, entonces la presidenta Chinchilla no dijo nada, no comentó, no hizo comentarios, simplemente expuse que el canal no iba a pasar por el río San Juan que era la gran preocupación que ellos manifestaban.
“Cuando estoy terminando de hablar, el presidente Martinelli, donde está el canal por Panamá, le dice al presidente Obama: ‘Nosotros apoyamos el canal por Nicaragua. No nos preocupa, no lo vemos como una competencia que nos vaya a hacer daño, creemos más bien es algo de beneficio’; es decir, es una actitud que es racional porque efectivamente el canal por Panamá es la única ruta que tenemos actualmente para cruzar y siempre a pesar que se amplió el canal por Panamá hay que hacer filas porque cada día es mayor el tráfico marítimo.
“Entonces da a lugar que se pueda abrir el canal por Nicaragua y habría dos vías, si una carretera está congestionada, bueno, se amplía y si ampliada aún sigue congestionada hay que construir otra carretera, es lo normal, y en este caso se trata de abrir el canal por Nicaragua que no es una ocurrencia nuestra.
“Porque de repente se presenta esto del canal por Nicaragua como que es una ocurrencia nuestra, que se nos ocurrió a nosotros porque somos sandinistas, porque somos revolucionarios se nos ocurrió que hay que hacer un canal por Nicaragua, cuando desde la llegada de las potencias a América ya se empezaron a pelear el canal por Nicaragua”, concluyó.