Casi la mitad de los obuses remolcados y autopropulsados extranjeros en la zona de la operación militar especial ha sido destruida por los drones kamikazes ruso ‘Lancet’, según afirmó a Sputnik una fuente informada.
«Los drones kamikazes rusos Lancet demuestran una gran eficacia en el marco de la operación militar especial y ahora se han convertido, de hecho, en uno de los principales medios de combate contrabatería: de los más de 100 obuses remolcados y sistemas de artillería autopropulsada fabricados por países de la OTAN destruidos en Ucrania desde principios de este año, cerca del 45% han sido alcanzados específicamente por drones kamikazes», declaró el interlocutor de la agencia.
Especificó que se trataba principalmente de los obuses remolcados M777 y obuses autopropulsados M109 Paladin, que habían sido entregados a Ucrania desde Estados Unidos en el marco del apoyo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) al país europeo.
La fuente también explicó que el uso de los drones Lancet para eliminar la artillería ucraniana es eficaz, tanto desde el punto de vista del combate como desde el económico, ya que normalmente sólo se necesita una munición planeadora para destruir un obús.
«En consecuencia, se minimiza al máximo el tiempo para deshabilitar la artillería ucraniana una vez detectada, no se requiere un elevado consumo de munición convencional para garantizar su destrucción y se reduce el tiempo de trabajo de los medios de reconocimiento y de las tripulaciones de combate», añadió.
El interlocutor subrayó que las tropas rusas llevan a cabo el combate contrabatería en el marco de la operación especial militar, utilizando un circuito de reconocimiento y ataque que puede incluir los vehículos aéreos no tripulados de reconocimiento de diversos tipos, observadores terrestres y los propios drones kamikaze como arma de destrucción. «Este sistema está bien probado hasta la fecha», señaló la fuente.
La munición portadora Lancet ha sido desarrollada por la empresa ZALA AERO. Son capaces de alcanzar objetivos a una distancia de varias decenas de kilómetros. Los drones llevan ojivas de tres o cinco kilogramos de tres tipos: de alto explosivo, de carga hueca o termobáricas, según el tipo de objetivo. En la versión Modelo-52, este dron está equipado con dos alas en forma de X y es capaz de realizar un picado casi a plomo; en la versión Modelo-51 está equipado con un ala grande en forma de X.
Ambas variantes son utilizadas por las unidades rusas en la operación especial sobre las fuerzas ucranianas. Los objetivos típicos de estos drones son obuses, sistemas de misiles, diversos radares, vehículos de combate de lanzacohetes múltiple, puestos de mando y vigilancia, y acumulaciones de mano de obra.