Piloto de Somoza fue estafado por Gerardo Sánchez

El piloto somocista Roberto Amador, al ser capturado por soldados del Servicio Militar Patriótico de Nicaragua en los años 80 del siglo pasado.

Roberto Amador, exmayor y piloto de la asesina Fuerza Aérea somocista, cayó como párvulo en las mentiras del narcoestafador Gerardo Sánchez Montalbán, quien le hizo creer en 2012 que tenía un ejército inmenso, que solo esperaba su orden para derrotar al sandinismo y devolver el poder a los herederos de la dinastía sangrienta.

El asesino confeso de la joven policía, Aracely Marisol Díaz Salinas, de apenas 20 años, entusiasmó tanto al piloto genocida Amador, que éste recordó sus tiempones al servicio del dictador Somoza, cuando bombardeaba a la población indefensa.

Para impresionarlo más, el narcoestafador Gerardo Sánchez le dijo al asesino de Roberto Amador que el “ejército” que tenía en las montañas ya controlaba Ciudad Darío, Matiguás, El Almendro y el Triángulo Minero.

Cayó como novato

El piloto varias veces derrotado por el actual Ejército de Nicaragua, le creyó todo y le prometió dinero y nuevos contactos, entre ellos un médico de nombre Rafael Cárcamo, quien dividía su tiempo en California entre sus pacientes y sus actividades políticas en contra del sandinismo.

Para ser un facineroso con escuelas siniestras como la GN y la Contra, el somocista Roberto Amador sucumbió como principiante en el juego del narcotimador Gerardo Sánchez, y propuso que con aporte económico y ayuda de la Internet, se podría organizar la nueva Radio 15 de Septiembre.

Esta retahíla de aspiraciones fantasiosas, al parecer le despertaban los instintos criminales al piloto exGN, Roberto Amador, quien le aseguraba al estafador “Voz Solidaria” que además de la gente que le había conseguido para que lo apoyaran económicamente, seguiría tocando puertas para conseguir más aliados en lo económico.

Tenía grandes contactos en Estados Unidos y los puso a la orden del narcoestafador, quien intentó sacarles dinero y con muchos lo logró. Gerardo Sánchez lo desbordaba hablándole de sus planes y le pedía ayuda para tener contacto con Demócratas y Republicanos, el ejército colombiano y con “La Loba”, Ileana Ros-Lehtinen.

Esta es una parte de las conversaciones sostenidas entre el narcoestafador y asesino confeso, Gerardo Sánchez y el piloto genocida de la exGN, Roberto Amador:

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