PLI se autorreceta “licencia para atacar”

No solo la falta de convocatoria de sus organizadores y la apatía por parte de la ciudadanía están acabando con los llamados “miércoles de protestas”; a este lamentable espectáculo se le han sumado los constantes actos de violencia entre sus pocos participantes, a tal punto que el reciente enfrentamiento vandálico que sostuvieron, originó una denuncia por agresiones ante la Policía Nacional.

 

Esta denuncia, hecha por un dirigente del denominado Forjando el Futuro de Nicaragua (Forfunic), se originó tras los violentos ataques en los que se vieron envueltos cabecillas y miembros de PLI, del MRS y del MDN, a quienes acusó no solo de agredirlo a él y sus compañeros, sino también a personas del movimiento llamado Rejudín, que apoyaban a la agrupación del denunciante.

Y es que el miércoles pasado nuevamente se encontraron frente a la sede del Consejo Supremo Electoral para armar su alboroto semanal, Forfunic y Rejudín, además de la gente de PLI, MRS y MDN, y otra vez se iniciaron los insultos, la tiradera de huevos y pintura, situación que los llevó a las reiteradas agresiones físicas que tristemente escenifican ante la población.

Violentos diputados y concejales

Esta vez, David Campos, quien se identificó como miembro del Forfunic, denunció ante la Policía Nacional a un diputado del PLI, a un concejal y activista, también del PLI y a otro miembro de ese partido, por agresiones y daños físicos sufridos el miércoles 4 de noviembre, ampliando en su imputación otras lesiones recibidas en marchas anteriores de parte de los manifestantes de esa coalición.

La acusación registrada en la Delegación Policial del Distrito I es en contra de José Armando Herrera, diputado en la Asamblea Nacional; Omar Lola, concejal en la Alcaldía de Managua y un activista del PLI a quien identificó como Peter Ortiz, a quien Campos denunció de ser los autores de la golpiza que recibió, y por tanto los incriminó  por lesiones e intento de asesinato.

Cabe señalar que Campos y su Forfunic, así como el grupo llamado Rejudín, eran quienes, junto con el PLI, MRS y MDN, estaban al frente de las escaramuzas que se producían en Metrocentro, pero una serie de conflictos, intereses personales y de protagonismo, los dividieron a tal punto que los dos bandos se adjudican las “marchas” y por eso se agreden cada vez que se encuentran.

Quisieron robarles el mandado

Según Forfunic y Rejudin, fueron Eduardo Montealegre y su PLI, así como el MRS y el MDN, los que se llegaron a querer montar sobre la actividad que ellos habían organizado de forma pacífica, con el objeto de convertirla en plataforma política y parte de su campaña electoral, algo a lo que estas dos organizaciones se negaron rotundamente y rechazaron participar en ese juego.

En el caso del pasado miércoles, la dirigencia de Forfunic y Rejudín dio a conocer que la molestia del PLI y sobre todo de su cabecilla, al igual que de sus aliados, fue que llevaron una manta que decía: “Montealegre traidor de los campesinos, junto al MRS´, agregó Campos. Eso fue suficiente motivo para que le dieran una paliza, haciéndose acompañar de miembros de la pandilla “Las Gárgolas”, de Ciudad Sandino.

La defensa esgrimida por la coalición PLI en sus medios de comunicación, es que más allá de los ataques con huevos, aceite negro y piedras, es que la “arrechura” de David Campos es porque no se unen al PLC, incluso, afirman que el miembro de Forfunic llegó a decir que si no querían la unidad con Alemán por la “buenas”, se las iban a hacer entender por las “malas”.

¿Violencia se combate con violencia?

Para los de la agrupación jefeada por Montealegre, el presunto criterio de Campos es que la violencia “es buena a veces” para que las personas en Nicaragua “entiendan” de una forma u otra.

Amparándose en esta supuesta forma de pensar de Campos es que el concejal Omar Lola, en nombre de los tres imputados, justificó la licencia para el ataque diciendo que se lo merecía, ya que él (Campos) y Jairo Contreras, del Rejudín, son infiltrados del sandinismo para “desvirtuar” las protestas que realizan todos los miércoles.   

En tanto, Carlos Bonilla, coordinador del Movimiento Democrático Nicaragüense (MDN), integrante de la alianza del PLI, dice no creer que los dirigentes, tanto de Rejudían como de Forfunic sean infiltrados orteguistas, pero lo que pasa es que “difaman y agreden por protagonismo mediático a nuestra gente y no todos tienen la misma reacción ante diferentes situaciones”. 

 

 

 

 

 

 

                                                                  

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