¿Previene el contagio de COVID-19 el quitarse la ropa al entrar a la casa y lavar los productos de la compra?

Hay una actividad que no se ha prohibido incluso en los países con las cuarentenas más estrictas por coronavirus: salir a comprar alimentos.

Supongamos que uno va al rmercado y consigue comprar todo manteniendo la distancia recomendada de dos metros.

Supongamos también que durante todo ese rato no se toca la cara y nadie alrededor tose o estornuda sin tomar las medidas de prevención que ayudan a evitar el contagio de la enfermedad covid-19.

Entonces, uno llega a casa, entra, deja la compra en el suelo y procede a lavarse las manos con agua y jabón por 20 segundos, tal como indican los especialistas de la salud.

Pero a continuación, se remanga, carga las bolsas hasta la cocina y guarda todos los víveres, tocando cada uno de los ítems por los cuales uno se había higienizado segundos antes.

¿No son estos productos, alimentos y la propia ropa, una potencial fuente de contagio también?

Muchos textos y videos que circulan en redes sociales recomiendan lavar con jabón todo, desde la bolsa de la compra hasta las frutas, así como quitarse los zapatos al ingresar a la casa y colocar las prendas en el lavarropas de inmediato.

En BBC Mundo verificamos qué hay de cierto en todo ello.

Ni está demostrado ni hay riesgo cero

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es posible contagiarse de covid-19 aspirando las pequeñas gotas que son expulsadas por un paciente infectado cuando tose o estornuda.

Esas «gotículas» también caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona infectada por lo que, informa la OMS, otras personas pueden enfermarse tocando esos lugares contaminados y luego llevándose las manos a los ojos, la nariz o la boca.

Dicho esto, según las autoridades sanitarias de Estados Unidos y la Unión Europea, no hay pruebas de que los alimentos o envases sean una fuente o vía de transmisión del nuevo coronavirus, oficialmente llamado SARS-CoV-2.

Por ejemplo, el Instituto Federal de la Evaluación de Riesgos (BfR), institución científica independiente que asesora al gobierno de Alemania y es un referente del área para la Unión Europea, informa en su web que, al 23 de marzo, «no hay casos que hayan aportado cualquier tipo de evidencia de humanos infectándose con el nuevo tipo de coronavirus por consumir comida contaminada o por el contacto con artículos contaminados».

Marga Hugas, científica jefa de la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos (EFSA), declaró a principios de marzo: «Las experiencias de anteriores brotes de coronavirus afines, como el coronavirus causante del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV) o el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), indican que no se produjo transmisión a través del consumo de alimentos. Actualmente no hay pruebas que sugieran que este coronavirus sea diferente en ese sentido».

Tan baja es la probabilidad que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos explica en un comunicado del 24 de marzo que no se prevé el retiro de productos del mercado «incluso si se confirma que una persona que trabaja en un lugar con comida para humanos o animales (por ejemplo, un empaquetador de alimentos) da positivo para el virus SARS-CoV-2».

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