Era inevitable y ocurrió. Un nicaragüense de 40 años resultó positivo en la prueba de Covid-19, y está recluido en un hospital capitalino. Las autoridades de Salud ya están dando el debido seguimiento a las personas que tuvieron contacto con él antes de ser diagnosticado.
La noticia la brindó anoche la vicepresidenta de la República, Rosario Murillo. ¿Qué sigue ahora? Cuidarnos unos a otros y aplicarnos en seguir al pie de la letra las recomendaciones para evitar infestarnos.
“Toda persona que ha tenido contacto con él, toda persona de su familia que presente síntomas, inmediatamente se procederá a tomar la muestra para realizar la prueba”, señaló la vicepresidenta Murillo.
No se trata de un caso de infección en Nicaragua, sino que “es un caso de contagio en otro país que regresó a Nicaragua y que allá fue contagiado, regresó a Nicaragua, presentó los síntomas y está siendo atendido”, dijo.
De seguro habrá más casos y eso corresponde al ciclo normal del actual coronavirus. A los ciudadanos nos toca cooperar con el Ministerio de Salud identificando posibles enfermos y reportándolos a las instancias correspondientes, en este caso, centros de salud y hospitales.
Recordemos que los síntomas del Covid-19 son variados, pero los más comunes y fáciles de identificar son la tos seca, es decir, que no conlleva secreciones, mocos o “productos” como le llaman los médicos.
Esa tos es irritativa y a menudo provoca dolor en la garganta o en el pecho, según un artículo publicado en la revista de farmacia Offarm que describe las peculiaridades de este síntoma.
La tos seca puede estar causada por la infección de un virus o de una bacteria, lo que implica que tenerla tampoco es un síntoma inequívoco de infección por coronavirus, y también por agentes externos como el humo de los cigarrillos. De hecho, es común en los fumadores, lo que es una pista útil para distinguirla.
En el caso del coronavirus esa tos está asociada a fiebre –hay reportes de que no en todos los casos-, de al menos 38 grados Celsius. Otro síntoma común es la dificultad para respirar o disnea.
Entre los menos comunes están la congestión nasal con secreción, dolor de garganta y diarrea.
Lo demás, son medidas de higiene que a veces nos cuesta cumplir por malos hábitos adquiridos a edad temprana: no toser o estornudar sobre las demás personas, taparse con la parte del codo al hacerlo, mantenerse a al menos un metro de distancia de la gente, y sobre todo, lavarse las manos después de tocar objeto o superficie. Se puede aplicar gel desinfectante.
Si hay casos sospechosos en el hogar, no compartir toallas, cubiertos, vasos, platos. Si es pareja, dormir en camas separadas, lavar ropa, sábanas y toallas muy frecuentemente, ventilar a menudo las habitaciones, desinfectar baños con cloro, limpiar diario y desinfectar superficies que tocamos a menudo y si alguien tiene más de 38 grados de fiebre, tos seca y dificultad para respirar, llamar o llevarlo de inmediato a las autoridades sanitarias.
Es válido recordar que los grupos que fallaron el golpe de Estado en 2018 y que desarticularon la exitosa economía que tenía Nicaragua, intentan aprovechar la trágica situación del coronavirus para achacar todo lo que de él se derive hacia el gobierno sandinista.
Los golpistas fallidos no respetarán muertos ni enfermos, mucho menos el dolor que puedan tener los familiares de posibles víctimas. La misión que les encomendó el gobierno norteamericano es tumbar a como sea al presidente Daniel Ortega y al sandinismo y consideran que el coronavirus les presenta otra oportunidad de intentarlo.
Por el momento pretenden, con falsas preocupaciones, que se implanten medidas copiadas de otros países con condiciones diferentes a las nuestras, a fin de terminar la obra de destrucción de la economía que iniciaron en 2018.
Así que adelante, sigamos las instrucciones del gobierno, que en medio del temor natural que el coronavirus provoca, se ha rodeado de asesores exitosos, quizás los mejores en estos momentos de crisis sanitaria, como son Cuba y Taiwán.
Nicaleaks