«China está dispuesta a hacer esfuerzos con Rusia (…) para inyectar estabilidad y energía positiva en un mundo caótico», aseguró el líder chino durante el encuentro en Uzbekistán.
Los presidentes Vladimir Putin y Xi Jinping destacaron este jueves la relación entre Rusia y China como «grandes potencias frente al mundo unipolar» que buscan los países occidentales, en la primera reunión entre ambos mandatarios desde el inicio de la guerra en Ucrania. Sentados uno frente a otro y rodeados de sus asesores, los dos líderes se reunieron en Uzbekistán en la previa de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), que contará también con los líderes de India, Pakistán, Turquía, Irán y otros países. Para Putin la cumbre es una oportunidad de demostrar que Rusia no puede quedar aislada internacionalmente a pesar del conflicto en Ucrania, mientras que para el presidente chino se trata de su primera salida al exterior desde los primeros días de la pandemia de covid-19.
«Inyectar estabilidad en un mundo caótico»
«China está dispuesta a hacer esfuerzos con Rusia para asumir su responsabilidad de grandes potencias, y tomar el papel de guía para inyectar estabilidad y energía positiva en un mundo caótico», le dijo Xi a Putin durante la conversación en la ciudad uzbeka de Samarkand. El mandatario chino también subrayó que Beijing y Moscú deben coordinarse a través de organismos como la OCS, el grupo BRICS y otros mecanismos multilaterales que promocionen «la solidaridad y la confianza mutua entre sus miembros».
Putin, por su parte, elogió la «posición equilibrada» de Beijing respecto de la guerra en Ucrania. «Comprendemos sus preguntas y preocupaciones, y durante la reunión de hoy, por supuesto, explicaremos detalladamente nuestra postura sobre este asunto, aunque ya hemos hablado antes de ello», explicó el mandatario ruso.
Como esa definición de Putin generó algunas dudas el ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, aclaró más tarde en la televisión pública rusa: «Tenemos una total coincidencia (con China) en la valoración de la situación internacional. Aquí no hay ninguna discrepancia. Continuaremos coordinando nuestras acciones, incluso en la inminente Asamblea General de la ONU».
«Condenamos la provocación de EE.UU.»
En su encuentro con Xi, el presidente ruso tuvo como foco de sus críticas a Estados Unidos, que lidera la ayuda militar a Ucrania así como las sanciones internacionales contra Moscú. «Los intentos de crear un mundo unipolar han cobrado recientemente una forma absolutamente fea y son completamente inaceptables», declaró Putin, quien reiteró el apoyo de Moscú a Beijing respecto a Taiwán, donde las visitas de funcionarios estadounidenses en las últimas semanas desataron la ira china.
«Condenamos la provocación de Estados Unidos», dijo Putin subrayando que Moscú se adhiere al principio de «una sola China», según el cual Taiwán es parte integrante del territorio chino. Como señal de su acercamiento frente a las tensiones occidentales, navíos rusos y chinos efectuaron el jueves una patrulla conjunta en el océano Pacífico para «reforzar su cooperación marítima».
Esta fue la primera reunión entre ambos presidentes desde el lanzamiento de la ofensiva rusa contra Ucrania el 24 de febrero. China no respaldó hasta ahora abiertamente la guerra en Ucrania, pero desarrolló vínculos económicos y estratégicos con Rusia en estos meses de conflicto y Xi expresó su apoyo a la soberanía y seguridad del gigante euroasiático.
Al término de su encuentro, Xi y Putin celebraron una reunión trilateral con Mongolia en la que acordaron prolongar otros cinco años el corredor económico común y abordaron el tendido de un gasoducto para incrementar el suministro ruso al gigante asiático a través de la estepa mongola.
Una alternativa a Occidente
Luego de este viaje, Xi podrá exhibir sus credenciales como dirigente global antes del importante congreso del Partido Comunista en octubre en el que busca un tercer mandato. La cumbre principal de la OCS tendrá lugar el viernes, pero el evento que generaba más interés era la reunión entre los líderes de Rusia y China.
La OCS, conformada por China, Rusia, India, Pakistán, Kazajistán, Uzbekistán, Kirguistán y Tayikistán, se fundó en 2001 como una organización política, económica y de seguridad para rivalizar con las instituciones occidentales.
«La OCS ofrece una alternativa real a las organizaciones Occidente-céntricas», había dicho esta semana el asesor de política exterior del Kremlin, Yuri Ushakov. No es una alianza militar formal como la OTAN ni un bloque integrado como la Unión Europea, pero sus miembros trabajan juntos en cuestiones de seguridad, cooperación militar y promoción del comercio.
Además de Xi, Putin se reunió el jueves con el presidente iraní Ebrahim Raisi, con quien trató la pronta firma de un gran acuerdo de cooperación aprovechando el drástico incremento de los intercambios comerciales en los últimos años. El viernes lo haría con el primer ministro indio Narendra Modi y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, con quien tiene previsto abordar el cumplimiento del acuerdo de exportación de cereal desde Ucrania y Rusia alcanzado en julio pasado en Estambul.
La agenda bilateral de Xi todavía no está tan clara. Se baraja por ejemplo una posible reunión con el indio Modi, la primera desde 2019 y desde los enfrentamientos armados de 2020 en su disputada frontera del Himalaya.