¿Qué pasó con el quinto autobús del caso Ayotzinapa?

En la trágica noche del 26 al 27 de septiembre fueron atacados cuatro autobuses en los que viajaban estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en el estado mexicano de Guerrero. Un reciente informe arroja luz sobre un quinto autobús que, sospechosamente, no fue atacado sino detenido por policías armados. ¿Por qué?

 

Un reciente informe elaborado por expertos independientes ha hallado fuertes contradicciones y omisiones por parte de la Procuraduría General de la República (PGR), en lo referido a la existencia de un quinto autobús que llevaba estudiantes en la madrugada del pasado 27 de septiembre, informa el portal aristeguinoticias.com.

Los expertos plantean que estas irregularidades en la información pueden deberse a que los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa pudieron tomar, sin ser conscientes de ello, el autobús en el que el cártel de Guerreros Unidos transportaba heroína o ganancias de la venta de drogas hacia Chicago (EE.UU.) con el fin de dirigirse a la manifestación por la matanza de Tlatelolco.

El informe oficial del Gobierno mexicano no contiene información sobre este autobús, con número 3278 y de la empresa Estrella Roja, como objeto de investigación. La única mención que aparece es esta: «el tercer camión el cual fue destrozado [por los estudiantes] y dejado a las afueras de la Central Camionera».

Sin embargo, según el reciente informe, que reúne testimonios de los normalistas que sobrevivieron y del conductor entre otros, el vehículo fue primero interceptado y luego custodiado por policías federales.

El autobús, «un elemento central del caso»

Algunas de las principales contradicciones y omisiones referentes al vehículo:

-La PGR no mencionó en su investigación que hubo un autobús de la compañía Estrella Roja.

-El conductor del autobús incurrió en contradicciones sobre la ruta y la duración del trayecto.

-El conductor del autobús afirmó que los estudiantes se bajaron del vehículo porque no funcionaba. Más tarde se encontró un expediente manuscrito del conductor de la madrugada del 27 de septiembre en el que afirmaba que los policías le habían parado, habían echado a los jóvenes y a él le habían ordenado seguir su camino (versión que coincide con la de las normalistas).

-Cuando los expertos solicitaron examinar el quinto autobús, determinaron que la PGR no les presentó el mismo vehículo que aparece en el vídeo de las cámaras de vigilancia.

-El registro de salida del vehículo no coincide con el del vídeo de la central de autobuses ni con el testimonio del conductor.

-El quinto autobús fue el único que no fue atacado violentamente.

«Examinadas todas las hipótesis posibles de esos hechos probados, la única circunstancia que explica las contradicciones entre los hechos sobre este autobús y su trayecto en la ciudad esa noche, las versiones opuestas del chofer, y sus distintas versiones en dos documentos, las diferencias con los normalistas testigos y otras circunstancias probadas, las ausencias en el expediente de dicho autobús, y los documentos contradictorios obrantes en él, es que dicho autobús sea un elemento central del caso», concluye el informe.

La investigación ha sido publicada este domingo por el Grupo Interdisciplinario de Expertos y Expertas Independientes (GIEI), integrado por cinco representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y sostiene que los 43 estudiantes no fueron calcinados en un basurero. Además, abre nuevos interrogantes acerca de la teoría oficial del Gobierno de México aportando detalles como el último SMS de uno de los normalistas desaparecidos.

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