Respuesta rusa a Ucrania ha sido demoledora

Un lanzador doble ruso de misiles Iskander.

 

Sputnik

* Moscú golpea solamente instalaciones militares en respuesta a intensificación de los ataques ucranianos contra objetivos civiles.

A partir del 20 de mayo, Kiev aumentó el orden de magnitud del número de ataques con drones suicidas contra las instalaciones civiles en Rusia, informaron desde el Ministerio de Defensa ruso. Por su parte, las Fuerzas Armadas rusas asestan golpes exclusivamente contra instalaciones militares ucranianas, subrayaron desde el ente castrense.

Desde ese día hasta la fecha de hoy, las defensas antiaéreas rusas interceptaron 2.331 drones ucranianos, de los cuales 1.465 fueron lanzados contra objetivos en Rusia que están fuera de la zona de combates y de la zona de la operación militar especial.

Como resultado de estos ataques hubo víctimas civiles, algunos de los cuales tuvieron que ser hospitalizados, indican desde el organismo ruso.

«Ante la imposibilidad del Ejército ucraniano de obtener victorias dentro del campo de batalla, este emplea, como en otras ocasiones, la agresión contra poblaciones civiles», señaló a Sputnik el experto en relaciones internacionales Yosmany Fernández Pacheco.

En respuesta, las FFAA de Rusia llevaron a cabo unos ataques masivos con drones y misiles, cuyos objetivos eran única y exclusivamente de carácter militar, o pertenecientes al complejo militar-industrial ucraniano, enfatizan desde la Defensa.

Los golpes de las fuerzas rusas en los últimos días

Sputnik te presenta una lista completa de los ataques masivos realizados por las FFAA rusas en los últimos días contra instalaciones militares ucranianas.

El 21 de mayo, las FFAA rusas asestaron un golpe contra un punto de despliegue temporal y un depósito de armas de la artillería de cohetes de una brigada mecanizada de las fuerzas ucranianas en la región de Sumi, así como un punto de despliegue temporal de mercenarios extranjeros cerca de Sviatogorsk, en la república popular de Donetsk, y un depósito de municiones en la región de Járkov.

El 22 de mayo, las tropas de Rusia lanzaron ataques con armas guiadas de precisión contra una empresa de la industria de defensa ucraniana, un taller de reparación de aeronaves, infraestructuras de aeródromos militares y estaciones de radar de defensa aérea en las regiones de Krivoi Rog y Nikoláev, además de un punto de despliegue temporal de mercenarios extranjeros en la región de Járkov.

Una estación de radar AN/MPQ-65, un vehículo de control de combate y dos lanzadores de un sistema de misiles tierra-aire Patriot fueron destruidos por el sistema Iskander-M, cerca de la localidad de Ordzhonikidze en la región de Dniepropetrovsk.

El 23 de mayo, las FFAA rusas, con armas de precisión terrestres, lanzaron un ataque con misiles en grupo contra un lugar de descarga y un almacén de contenedores con equipo militar y municiones en el puerto de Odesa. Como resultado del ataque, fueron destruidos unos 100 contenedores, que alojaban componentes para lanchas no tripuladas, drones y municiones.

Además, fueron destruidas las instalaciones de infraestructura y lugares de ensamblaje y preparación de drones de ataque en el aeródromo de Kislichevátaya, en la región de Zaporozhie, así como en el aeródromo de Kanatovo, en la región de Kirovograd. Los depósitos de municiones del grupo táctico Volchansk en la región de Járkov resultaron dañados.

El 24 de mayo, las FFAA rusas asestaron un golpe contra una empresa que fabrica misiles y drones de ataque, un centro de reconocimiento radiotécnico y el centro de aviación del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) en la región de Kiev, así como el punto de despliegue temporal de la Brigada de Asalto Azov 3 en la región de Járkov.

El 25 de mayo, fue lanzado un ataque masivo con armas de precisión de largo alcance y drones contra empresas del complejo militar-industrial ucraniano que producen componentes de misiles, explosivos y combustible para cohetes, así como contra centros de reconocimiento radioeléctrico y de producción de drones y lanchas no tripuladas en las distintas regiones ucranianas.

También fueron alcanzados centros de reconocimiento radioeléctrico y radiotécnico en la región de Kiev, talleres de producción de drones, explosivos y munición para vehículos aéreos no tripulados en las regiones de Sumi, Nikoláyev, Chernígov, Járkov y Kiev, así como centros de producción y puntos de control de drones en el aeródromo del campo de Gogolev, en la región de Kiev.

El 26 de mayo, como resultado de un ataque masivo con armas de precisión de largo alcance y drones de ataque, fueron destruidas instalaciones de infraestructura del aeródromo de Starokonstantinov en la región de Jmelnitski, depósitos de municiones de dos brigadas mecanizadas pesadas en la región de Járkov y la república popular de Donetsk, un punto de control de una división de misiles antiaéreos S-300 y un punto de despliegue temporal de unidades de las fuerzas de operaciones especiales de las FFAA ucranianas en la región de Odesa.

Desde el Kremlin, denunciaron que Kiev deliberadamente lleva a cabo ataques contra la infraestructura civil y calificaron de «represalia» la respuesta de Moscú contra objetivos militares ucranianos.

Rusia continúa, desde el 24 de febrero de 2022, su operación militar especial, cuyos objetivos son proteger a la población de un genocidio por parte de Kiev y atajar los riesgos para la seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.

El 16 de mayo, en la ciudad turca de Estambul, se celebraron negociaciones entre Rusia y Ucrania, por primera vez desde 2022, cuando el contacto fue interrumpido por Kiev. La delegación rusa señaló estar satisfecha con el resultado del diálogo con la parte ucraniana. La iniciativa fue anunciada por el presidente ruso, quien propuso a Kiev retomar los contactos directos sin condiciones previas, con el objetivo de llegar a una posible solución del conflicto ucraniano.

Tras la reunión, se llevaron a cabo tres intercambios en tres días consecutivos. El primer fue realizado el 23 de mayo, cuando 270 soldados y 120 civiles rusos, incluidos los residentes de la región de Kursk que han sido capturados por las tropas de Kiev durante su incursión, volvieron a la Patria. Durante el segundo y el tercer canje, las partes intercambiaron 307 y 303 militares por cada parte.