A 50 del golpe militar de Pinochet se publicaron informes en el que el presidente de Estados Unidos en aquel entonces, junto a su asesor Henry Kissinger comentan el asesinato del jefe del Ejército de Allende, René Schneider. La publicación de los documentos es a pedido del embajador de Chile en Washington, Juan Gabriel Valdés.
Documentos desclasificados aportan en las últimas horas más datos sobre la participación de Estados Unidos en el proceso de desestabilización de Salvador Allende en Chile. Así lo prueba el material que se dio a conocer, cuando falta un mes para el 50º aniversario del golpe militar que llevó al poder a Augusto Pinochet.
Se trata de material del Archivo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, que se conocieron este martes, y que ya había sido citado el investigador Peter Kornbluh en su libro Pinochet, desclasificado. Los documentos muestran el compromiso de Richard Nixon en el acoso y derribo del gobierno de la Unidad Popular.
Electo presidente de Chile en septiembre de 1970, Allende fue el primer socialista en llegar al poder por las urnas. Tomó posesión del cargo el 3 de noviembre. Días antes, el presidente electo debió sortear lo que sería el primer acto de agresión hacia el golpe del 11 de septiembre de 1973: el asesinato del jefe del Ejército, René Schneider.
General legalista, Schneider fue atacado por un grupo de extrema derecha cuando circulaba con su auto. La idea era secuestrarlo, pero se produjo un tiroteo, fue herido y murió. Los documentos recrean un diálogo de Nixon con Henry Kissinger. El entonces asesor presidencial le dice que hubo “un giro para peor, pero no ha desencadenado nada más”; y que “el movimiento siguiente debería haber sido la toma de posesión del Gobierno (en alusión a los militares), pero no ha ocurrido”.
Según Kornbluth, Nixon y Kissinger «están totalmente enfocados en la incompetencia de los militares chilenos, que no lograron ejecutar el golpe para tomar el poder, cerrar el Congreso y bloquear la asunción de Allende”. La idea era que, sin Schneider en el medio, el ala golpista del Ejército evitaría el ascenso de Allende. Su sucesor fue Carlos Prats, que se subordinó al poder civil hasta su caída, en agosto de 1973. Su reemplazante fue Pinochet, que a las tres semanas lideró el golpe que dio inicio a la dictadura de 17 años.
“Es increíble que, 50 años después, todavía estemos conociendo detalles clave de cómo Estados Unidos intentaba bloquear, frustrar, socavar y desestabilizar al primer presidente socialista electo», declaró Kornbluh, que también reveló la reunión de Nixon en esos días con Agustín Edwards, el dueño del diario El Mercurio. Edwards estuvo fuera de Chile durante todo el gobierno de Allende y su diario se dedicó a socavar al presidente.
«Chile es una de las operaciones encubiertas más infames de la CIA, y una en la que tienes un vínculo explícito con el presidente de los Estados Unidos que ordena derrocar a un gobierno elegido democráticamente”, añadió Kornbluh.
La publicación de los documentos es a pedido del embajador de Chile en Washington, Juan Gabriel Valdés, que solicitó que se diviulgue lo hablado por Nixon sobre Chile en la Casa Blanca.
Así, se pudo saber que a los pocos días de la victoria de Allende y del encuentro de Nixon con Edwards, el presidente republicano llamó al director de la CIA, Richard Helms, en una reunión en la que también estuvieron Kissinger y el procurador general (ministro de Justicia) John Mitchell. Allí se encargó a Helms frenar la asunción de Allende. Ese fue el origen del ataque a Schneider, luego comentado por teléfono en el diálogo de Nixon con Kissinger que ahora sale a la luz.
“El aniversario del golpe en Chile ofrece la mejor oportunidad para que aprendan sus lecciones sobre la santidad de los procesos democráticos contra los peligros del autoritarismo; lecciones que permanecen inmediatamente relevantes no sólo para los chilenos, sino para la comunidad global, incluyendo Estados Unidos”, remarcó Kornbluh.