La Cancillería rusa ha manifestado una enérgica protesta por «las declaraciones inaceptables y provocativas» y los «comentarios públicos inaceptables» de estas diplomáticas en relación con la sentencia a un opositor ruso.
La Cancillería rusa ha convocado este 18 de abril a las embajadoras de EE.UU., el Reino Unido y Canadá «por grave injerencia en los asuntos de la Federación de Rusia». De acuerdo con el Ministerio de Exteriores ruso, estas representantes de los países mencionados han efectuado varias «actividades que no corresponden a su estatus diplomático».
Desde la Cancillería rusa han explicado que la embajadora británica, Deborah Bronnert; la canadiense, Alison LeClaire; y la de EE.UU. en Moscú, Lynne Tracy, han sido convocadas para manifestarles la enérgica protesta por «las declaraciones inaceptables y provocativas» y los «comentarios públicos inaceptables» en relación con la sentencia al opositor y periodista ruso Vladímir Kara-Murzá, condenado este 17 de abril a 25 años de cárcel por traición, difusión de información falsa sobre el Ejército ruso y colaboración con una ‘organización indeseable’ (término que se usa para calificar a las entidades que llevan a cabo actividades prohibidas en el territorio ruso, ya que puede representar una amenaza para el orden constitucional de Rusia, la capacidad de defensa y la seguridad del país).
En relación con las declaraciones de la embajadora estadounidense al respecto, la Cancillería rusa también ha señalado que «en el contexto de la desvergonzada represión de las voces discrepantes en el propio EE.UU., los intentos de proteger a este ‘agente de influencia’ supervisado por Washington y otras capitales occidentales, resultan hipócritas y ridículas».
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