Rusia: estratega, EU: perturbador, Europa: moderadora

* Mientras que Moscú ha pasado de ser visto como «un perturbador» a ser «un verdadero agente de poder global», Washington se está moviendo «en la dirección opuesta», sostiene Ana Palacio, excanciller de España.

Desde el reciente ataque contra las principales instalaciones petroleras sauditas hasta el lanzamiento de una investigación de juicio político contra Donald Trump, el último mes «ha subrayado la volatilidad que afecta al orden internacional», sostiene la exministra de Exteriores de España, Ana Palacio, en un artículo para Project Syndicate, en el que analiza la transformación que han experimentado los «roles globales» de Europa, Rusia y EE.UU.

Rusia: de «perturbador» a «estratega»

Sobre Rusia, la excanciller señala que, si bien tras el estallido de la crisis ucraniana y la asistencia militar a Siria muchos vieron a Moscú como un actor «perturbador» en los asuntos internacionales, hoy en día, el país eslavo es «un verdadero agente de poder global». Así lo demuestra la aceptación por parte de Ucrania de la llamada ‘fórmula Steinmeier’ —que, entre otras cosas, abre camino a la normalización de las relaciones de Rusia con Europa y EE.UU.— o la creación, bajo los auspicios de la ONU, de un comité que establecerá la Constitución siria, un plan inicialmente propuesto en una conferencia de paz en Rusia.

En opinión de la analista, este renovado protagonismo de Rusia se debe en parte a «la retirada de EE.UU. del liderazgo global». En ese sentido, Palacio pone como ejemplo los recientes ataques a las refinerías sauditas, a los que Trump reaccionó con «amenazas belicosas» en Twitter —que no fueron seguidas por ninguna acción— mientras que el presidente ruso, Vladímir Putin, «presentó a Rusia como un potencial garante de la estabilidad regional», dejando en claro que trabajaría con todas las partes y mostrando un enfoque «de un estratega, no un perturbador».

EE.UU.: de líder a perturbador

Entretanto, Washington «se está moviendo en la dirección opuesta», y, aunque gran parte del mundo sigue considerándolo como el principal poder mundial, se trata más bien de «una fuerza de la costumbre» que de una suposición lógica, dado que EE.UU. no muestra «inclinación a liderar», afirma la excanciller española.

Es más, a juzgar por la retirada de Washington de los principales acuerdos mundiales, «parece tener poco impulso incluso para participar», un comportamiento que a veces «equivale al de un perturbador» dada la influencia de EE.UU., recalca Palacio, que pronostica que, a medida que la investigación de juicio político monopolice la atención de EE.UU., «es probable que esta tendencia se acelere».

Europa, una «moderadora sistémica»

Finalmente, el papel de Europa, para Palacio, es el de una «moderadora sistémica», que contribuye a resolver la crisis en Ucrania, o actúa como mediadora entre Washington y Teherán. Por lo tanto, los líderes europeos «deben abordar esta responsabilidad con gran precaución», tener en cuenta «todas las posibles consecuencias de los acuerdos que facilitan» y «saber exactamente a quién sirven sus esfuerzos», concluye la exministra.

Fuente: RT.

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