Mona Hojat Ansari | Tehran Times
* En carta al jefe de la ONU, Irán, Rusia y China dicen que la expiración de la Resolución 2231 marca el fin del monitoreo del Consejo de Seguridad de la ONU. Definitivamente nos encontramos ante un orden mundial cambiante.
Teherán – Irán, China y Rusia han unido fuerzas una vez más para impedir la implementación de las sanciones de la ONU previas al JCPOA contra Teherán, que fueron restablecidas oficialmente el mes pasado pero que aún no han dado frutos prácticos debido a la creciente oposición internacional.
El Reino Unido, Francia y Alemania activaron el 28 de agosto un mecanismo denominado «snapback», que puso en marcha un proceso de 30 días para restablecer todas las sanciones de la ONU contra Irán. Este mecanismo formaba parte del acuerdo nuclear con Irán de 2015 (oficialmente el Plan de Acción Integral Conjunto o PAIC), que permitía a los signatarios no iraníes restablecer las sanciones de la ONU si consideraban que Irán incumplía sus compromisos.
En una carta del sábado al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, representantes iraníes, rusos y chinos en la ONU dijeron que la decisión de Europa de activar la reactivación carecía de fundamento legal.
“Los esfuerzos de los tres países europeos para invocar el llamado mecanismo de ‘reinicio rápido’ son jurídicamente defectuosos y carecen de fundamento jurídico”, decía la carta dirigida a Guterres y a Vassily Nebenzia, cuyo país ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad de la ONU. “Los tres países europeos, que han incumplido sus compromisos en virtud de la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU y se han negado a acatar la tendencia marcada por el ‘mecanismo de solución de controversias’, no son competentes para invocar sus disposiciones”, añadía la carta.
El PAIC, firmado por Irán, Alemania, el Reino Unido, Francia, China, Rusia y Estados Unidos, fue diseñado para limitar las actividades nucleares de Teherán a cambio de un alivio de las sanciones. Los embargos, que habían afectado a la economía iraní desde 2006, alcanzaron su punto máximo durante la administración Obama en 2012.
Sin embargo, cuando el republicano Donald Trump sucedió a Obama, Estados Unidos se retiró del pacto y reimpuso sanciones contra Irán. En 2018, Trump también aplicó restricciones secundarias que impusieron una presión financiera sin precedentes al pueblo iraní. A pesar de las reiteradas promesas de rescatar el acuerdo, los signatarios europeos no lograron mitigar el impacto de las sanciones estadounidenses en los años posteriores.
Irán comenzó a reducir algunos de sus compromisos con el PAIC en 2020, al hacerse evidente que Occidente no buscaba cumplir con su parte del acuerdo. Mientras tanto, participó en múltiples rondas de negociaciones, afirmando que, si Occidente levantaba las sanciones, estaría dispuesto a frenar sus actividades nucleares. El último esfuerzo diplomático de Irán fracasó en junio de 2025, cuando Israel y Estados Unidos lanzaron ataques contra su infraestructura nuclear, civil y militar, pocos días antes de la fecha prevista para una nueva ronda de conversaciones con Estados Unidos en Omán.
Más allá de que Irán se vio obligado a rescindir algunos de sus compromisos después de que Occidente abandonara los suyos, Irán, Rusia y China declararon en su carta al secretario general de la ONU que la expiración de la Resolución 2231 constituye una razón más para que no se pueda implementar la reimposición de las sanciones de la ONU. La Resolución 2231, la resolución de la ONU que respalda el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), expiró el 18 de octubre después de 10 años.
“Según la cláusula operativa 8 de la Resolución 2231, todas sus disposiciones quedaron sin efecto después del 18 de octubre de 2025. Una vez más, reiteramos que la terminación completa y pronta de la Resolución 2231 equivale al fin de la revisión de la cuestión nuclear de Irán en el Consejo de Seguridad de la ONU, algo que reforzaría el poder del Consejo y la credibilidad de la diplomacia multilateral”, agrega la carta.
Si bien el respaldo de las principales potencias mundiales, Rusia y China, es significativo, al menos otras 120 naciones también han apoyado a Teherán en su disputa nuclear con Occidente. Miembros del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) expresaron su apoyo a la República Islámica durante una reunión ministerial celebrada en Uganda la semana pasada.
«Vemos claramente una ruptura en el orden internacional», afirmó Shuaib Bahman, politólogo. «El programa nuclear iraní se ha convertido en uno de los mayores puntos de discordia entre las potencias mundiales desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Además, la situación y la percepción de Irán son significativamente diferentes a las de 2012, cuando la mayor parte del mundo coincidía con la gestión de Obama del tema nuclear».
El compromiso de Irán con la diplomacia y el flagrante desprecio de Occidente por los acuerdos internacionales durante los últimos 10 años han cambiado las perspectivas en todo el mundo, añadió. «Rusia y China, con un poder considerable en el Consejo de Seguridad de la ONU, aún pueden impedir la implementación práctica del snapback, aunque legalmente no podrían impedir su invocación. En consecuencia, otros países también se mostrarán reacios a aplicar las sanciones de la ONU en sus relaciones bilaterales con Irán».