De repente la plática por Facebook adquirió un sesgo peligroso. Mucho preguntaba Frank Viales, el hijo del guardia somocista que odia a muerte al sandinismo. Y el estafador Gerardo Sánchez no tenía las respuestas que hubiera querido dar, sencillamente porque no tiene nada de lo que dice tener.
Viales lucía preocupado debido a que el apoyo que el “comandante Roberto Palacios” decía tener era demasiado incorpóreo, casi del otro mundo, porque en éste, no pudo encontrar nada, ni siquiera sondeando a los nicas que llegaban a confraternizar en los parques ticos.
Las dudas de Viales empezaron a enfurecer al estafador. Lo mandó a leer en los diarios de Nicaragua los supuestos combates, aunque el único que le creyó a Sánchez fue La Prensa, cuyos dueños, a fin de sembrar la zozobra, impulsan una cruzada para demostrar que existe un nuevo ejército Contra.
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