El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil reanudará hoy sus deliberaciones sobre si es válida o no la prisión tras una condena en segunda instancia, que podría beneficiar al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La audiencia en la corte superior terminó el 28 de octubre con cuatro votos de ministros a favor de esta tesis y tres en contra. Faltan las manifestaciones de otros cuatro jueces.
Al final del juicio, el STF definirá el momento en que puede detenerse a un condenado: tras la condena en segunda instancia, con ejecución provisional de la sentencia, o solo después de agotadas todas las posibilidades de apelación.
Tal caso podría beneficiar a Lula, apresado bajo la aplicación de esta modalidad que contradice el artículo 57 de la Constitución federal, el cual estipula la inocencia de los inculpados hasta tanto no se dicte firme sentencia en su contra.
Recientemente interrogado al respecto por el portal Brasil de Fato, el fundador del Partido de los Trabajadores, quien cumple prisión política desde el 7 de abril de 2018, respondió que el Supremo decidirá si cumple o no la Constitución de Brasil.
‘Estoy muy tranquilo y sé lo que quiero. Sé lo que me hicieron y el intento de mantener viva la mentira’, dijo el exsindicalista.
Precisó que su “lucha no es para segunda o tercera instancia. Mi lucha es: Quiero que se juzguen los méritos de mi caso”.
Insistió en que “si encuentran un milímetro de pruebas del crimen que cometí, tengo que ser arrestado. Pero si no lo hacen, detengan a la persona que ordenó mi arresto y libérenme”, remarcó.
De igual manera si el máximo tribunal se pronuncia a favor de las garantías constitucionales, otros cuatro mil 895 mil presos, con derecho a apelar, pueden ser puestos en libertad.