Uribe espió a la mujer de Santos

La esposa del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, fue también blanco del espionaje cibernético dirigido por el rival político del mandatario, el ex presidente Álvaro Uribe, quien organizó un equipo de seguimiento para conocer los movimientos de Santos y su familia.

Andrés Fernando Sepúlveda, el “hacker” detenido desde mayo de este año, confesó que el espionaje lo realizaban desde una central de Inteligencia del Ejército colombiano a la que llamaban “Andrómeda”.

Nicaleaks tuvo acceso a varios correos espiados por el hacker, que luego los pasó a su patrón Uribe.

No se les escapó nada. A Uribe igual le interesaban las costosas compras que realizaba la primera dama colombiana, que los chismes de comadrona en que se veía envuelta María Clemencia de Santos, “Tutina” para sus allegados.

Uno de los correos “hackeados” por Sepúlveda para el expresidente Uribe, revela los exorbitantes costos de los gustos de doña María Clemencia, como las dos pinturas que compró al afamado pintor Fernando Botero a través de un hijo de éste.

Un millón 200 mil dólares pagó Tutina por las pinturas La mujer fumando y Dos músicos. Su destino final no era Colombia, sino Londres, según devela uno de los correos que “chuzó” (interceptó) el espía de Álvaro Uribe.

En una entrevista publicada en agosto pasado, el “hacker” indica que “el objetivo era saber qué hacía el presidente (Santos), cómo lo hacía, cuándo lo hacía, desde su parte electrónica. Siempre me comentaron que a la hija de él (María Antonia) también la habían ‘chuzado’…”, admite.

No tenemos por el momento ninguna prueba de la “chuzada” contra la hija de Santos, pero sí de lo que hicieron a Tutina, la primera dama de Colombia.

Desde compras de diez velas artesanales con costo de 190 dólares cada una para enviarlas a Washington, hasta la adquisición en Ritualart SAS de diversos adornos con valor de 21 millones 867 mil 392 pesos.

Igualmente, Uribe se interesó por la cirugía estética que se realizó doña María Clemencia de Santos e inclusive por las recomendaciones para el posoperatorio que le envió por escrito el cirujano plástico especialista en ojos, Juan Andrés Delgado González.

Los correos no aclaran cuánto costaron los retoques que se hizo Tutina.

También encontramos imploraciones casi rastreras a la primera dama de parte de viejas amistadas que se creyeron caídas en desgracia, reclamos y confesiones por chismes cruzados, facturas por libros, y por supuesto, los planes electorales del presidente Santos. La voraz “Andrómeda” (Álvaro Uribe) lo quería todo y al parecer lo tuvo, pese a lo cual su partido perdió las elecciones.

Arriba publicamos algunos de los correos en poder de Nicaleaks.

 

Uribe.pdf
Uribe_1.pdf

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